M-Sport pierde comba tras la primera mitad del año

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M-Sport no está en estos momentos en el mejor momento de su trayectoria, sufriendo aún más dificultades de las previstas al principio de esta temporada en el Campeonato Mundial de Rallyes. El equipo británico no solo no consigue repetir el éxito de la temporada pasada, sino que también ha tenido un comienzo dificultoso con su nuevo Ford Fiesta R5, un producto importante para su estabilidad y su posicionamiento en el mercado de carreras cliente.

A nivel de resultados en el WRC ya bajaron sus expectativas al dejar de contar con Sëbastien Ogier en el equipo, además de continuar con el apoyo de Ford Performance pero sin llegar a ser apoyo oficial al cien por cien de Ford como ocurre con sus rivales directos en Citroën, Toyota y Hyundai. Elfyn Evans y Teemu Suninen han realizado algunas buenas actuaciones este año – sobre todo Evans, que a punto estuvo de vencer en Córcega de no ser por el pinchazo en el Power Stage – pero lo cierto es que el equipo marcha en última posición del campeonato de constructores con 158 puntos en su casillero, 104 puntos por detrás de Hyundai Motorsport que encabeza la tabla.

Otro golpe importante para sus finanzas está en el hecho de que el Ford Fiesta WRC no se vende como lo hizo su antecesor, el Ford Fiesta RS WRC, debido a que se contempla en normativas de muy pocos campeonatos nacionales. Mientras que del RS WRC llegó a tener más de 50 unidades fabricadas, de su sucesor apenas hay unos pocos en manos privadas, como la unidad de JanPro Racing vista en el Rallye de Finlandia o la que tuvo el equipo Adapta Motorsport/Mads Ostberg, ahora en propiedad de OT Racing.

La situación en la máxima categoría recuerda al estado en el que estaban en 2016, sin un coche capaz de plantar cara a los entonces dominadores Volkswagen en condiciones normales. Ahora bien, Ford está interesado en regresar al WRC en los próximos años, sobre todo con el paso a World Rally Cars híbridos para 2022, por lo que si esto se materializa buscarán tener los mejores medios para lanzar un nuevo desafío por el título, habiendo sido campeones de marcas en 2017.

El nuevo Fiesta R5, conocido también como MK2, aseguró decenas de unidades incluso antes de su homologación el pasado mes de julio. Levantó bastante expectación tras el gran trabajo realizado por los ingenieros del equipo liderado por Malcolm Wilson, contando con varias unidades que están destinadas a nuestro país – de hecho, una de las primeras reservas se hizo para España.

No obstante, su aparición en Estonia y Finlandia ha sido cuanto menos discreta, lejos de los tiempos de otros R5 punteros como el Skoda Fabia R5 Evo o el Volkswagen Polo GTI R5. En Finlandia Eric Camilli terminó a más de cinco minutos del Skoda oficial de Kalle Rovanperä mientras que Takamoto Katsuta terminó su rallye en la mañana del sábado, arrancando una rueda en un fuerte accidente.

Desde las cunetas se han visto detalles interesantes, si bien hay que recordar que estos dos rallyes son bastante característicos sobre todo en lo que se refiere a los tramos y la velocidad máxima que se alcanza en los mismos. No obstante, fuentes expertas en el tema han observado que el motor del Fiesta R5 parece sufrir a partir de las 5.000 vueltas, entregando menos potencia que otros rivales de la categoría, algo que penaliza en exceso en eventos como el ‘1.000 Lagos’.

Este hecho puede dar quebraderos de cabeza a un equipo cuya principal fuente de ingresos en los últimos años fue el anterior Fiesta R5, dominando el mercado hasta la llegada del Skoda Fabia R5. Ahora es el modelo checo el que tiene las riendas y en estos momentos comienzan a llegar las primeras unidades privadas del Fabia R5 Evo, por lo que el Grupo Volkswagen (con el Fabia R5 Evo y el Polo GTI R5) está teniendo un gran protagonismo en el mercado, además de Citroën con el C3 R5, lo cual debilita la posición de M-Sport.

El siguiente escalón de M-Sport, el Fiesta R2T19, sí que está funcionando como estaba previsto tanto en el JWRC como en otros campeonatos. En el primero se está gestando una gran batalla entre pilotos de la talla de Tom Kristensson, el representante del Rallye Team Spain Jan Solans o Dennis Radström que no se solventará hasta el final de temporada en el Rallye de Gales, añadiendo además que este rallye puntuará doble por lo que se jugarán el todo por el todo.

También en el Europeo de Rallyes está causando sensación, logrando varias victorias dentro de la categoría ERC 3 Junior. En el Rallye Islas Canarias Jean-Baptiste Franceschi logró una clara victoria por más de un minuto de ventaja mientras que en los tres rallyes siguientes (Liepaja, Polonia y Roma) Ken Torn ha sumado tres victorias consecutivas que le colocan cerca de asegurar el título en la última carrera puntuable para la categoría, el Rallye Barum Zlín. Su rival más cercano es el también piloto del Rallye Team Spain Efrén Llarena.

Un equipo que ha sobrevivido a muchos contratiempos y que sigue presente tanto en rallyes como en circuitos logrará sobreponerse antes o después salvo sorpresa, sobre todo con Wilson enfocado en el apartado comercial del equipo. Se trata de una empresa con 40 años de experiencia (los cumplió justo en Finlandia), capaz de producir coches ganadores de diferentes categorías en tiempo récord – como ejemplo, el Ford Focus RX Supercar que pilotaron Ken Block y Andreas Bakkerud en el WRX se hizo en unos ocho meses, tal como contó el propio Wilson a este medio.