M-Sport necesita que los Rally1 estén en manos privadas para continuar en el WRC en 2022

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El máximo responsable de M-Sport Malcolm Wilson ha realizado una serie de declaraciones acerca de la continuidad en el Campeonato Mundial de Rallyes para 2022, cuando entren en vigor los nuevos Rally1, sustitutos de los World Rally Cars con sistemas de propulsión híbridos. El equipo de Cumbria seguirá solo si tienen la certeza de la FIA de que los coches podrán correr a nivel nacional y regional para así poder fabricar más unidades y vender a clientes, su principal fuente de ingresos en los últimos años.

La estructura británica ha realizado un esfuerzo titánico por continuar en el WRC al más alto nivel desde que hace casi una década Ford dejara al campeonato, funcionando M-Sport desde entonces como un equipo privado. Gracias a la venta de los Ford Fiesta R1 y R2 (gestionados desde la división polaca dirigida por Maciej Woda) así como el popular Fiesta R5, M-Sport se ha mantenido en liza. El Fiesta R2T19 será sustituido por el Fiesta Rally4 mientras que el R5 MKII es el modelo actual, ambos coches basados en la octava generación del Fiesta.

Ahora bien, otro de los grandes puntos fuertes de M-Sport es la venta de unidades World Rally Car que han ido a parar a manos privadas. Ocurrió con los WRC de primera generación y sobre todo con el Fiesta RS WRC de segunda generación, del cual superó el medio centenar de unidades, en la actualidad todas ellas en manos privadas corriendo en campeonatos nacionales o regionales – en España tenemos el ejemplo del Fiesta de Fernando Garrido corriendo en el campeonato valenciano o el que antaño pilotaba Daniel Alonso en el Nacional de Tierra.

Sin embargo, debido a la naturaleza exclusiva, casi al estilo Fórmula 1, de los World Rally Cars actuales así como su coste de mantenimiento y el hecho de que no se le han abierto las puertas por parte de las respectivas federaciones (salvo competir en categorías aparte como Italia, Francia y a partir de ahora también en España), del Fiesta WRC apenas se han vendido unas pocas unidades, no alcanzando la decena. Coches como los de Lorenzo Bertelli, la unidad que antaño poseyó Mads Ostberg, las de OT Racing o JanPro Racing son los únicos ejemplares que se pueden ver además de los oficiales que pilotan Teemu Suninen y Esapekka Lappi en el WRC. Esto afecta de manera notable a las finanzas de la estructura de Cockermouth.

“Para mí y M-Sport, la cosa está muy clara. Tenemos que tener garantías férreas de que estos coches se pueden comprar y pilotar en cualquier campeonato en todo el mundo. Campeonatos nacionales, regionales de la FIA, todos. Es la única manera que yo podría levantar la economía de esto. Antes de 2017 vendíamos entre ocho y catorce World Rally Cars al año. Cuando empezamos 2017 todo esto se vino abajo”, declaró Wilson según recoge DirtFish.

“Estos últimos años han sido muy complicados a nivel financiero y, dicho en claro, no podemos continuar así. Y no lo vamos a hacer. Hay que cuestionarse absolutamente todo lo que estamos haciendo ahora. Y lo mismo para 2022. Es lo único que va a marcar la diferencia en lo que respecta a nuestro compromiso para 2022”, añadió.

La intención de la FIA es que los nuevos Rally1 sean tanto más baratos de fabricar, utilizando un chasis tubular y simplificando algunos aspectos con respecto a los actuales World Rally Cars, como en su mantenimiento, basándose en la experiencia de los coches R5 / Rally2. Ahora bien, está por ver su implementación de cara a campeonatos nacionales y regionales así como por el hecho de que realmente sí sea viable su mantenimiento para estructuras privadas con menos recursos que un equipo de fábrica o satélite con apoyo oficial. La otra posibilidad de M-Sport sería, por supuesto, si Ford retornase al WRC, lo cual abriría un abanico de posibilidades siendo una plausible la de fabricar un Puma Rally1 aprovechando el tirón comercial de los SUV en el mercado actual.