Los últimos campeones del WRC: Parte III, Tommi Mäkinen

Nacido en 1964 en Puuppola (Finlandia), localidad próxima a Jyväskylä, sede del Rally 1.000 Lagos, Tommi Mäkinen constituye uno de los iconos en la Historia del Mundial de Rallyes. No en vano, sus cuatro coronas consecutivas (1996-1999) con Mitsubishi le mantienen empatado con su paisano y predecesor, Juha Kankkunen, como el tercer piloto más laureado de todos los tiempos.

Este imponente palmarés se cimentó en 24 victorias, entre las que destacan cuatro en Monte Carlo, cuatro en el 1.000 Lagos, tres en Suecia y dos en el Safari. Sus éxitos se completan con 45 podios y 362 scratches en un total de 139 participaciones. Tras retirarse, en 2017 regresó al WRC como jefe del equipo Toyota Gazoo Racing pare devolverle la gloria.  Hijo de un granjero y corredor local, vivía alejado del mundo de los rallyes. Sin embargo, al llegar a la adolescencia observó cómo su padre habilitaba un pequeño tramo en un lago helado para competir, próximo a la finca familiar. Posteriormente, estudió agricultura un par de años antes de unirse a la actividad forestal de su progenitor.

Derivado de dicha ocupación, durante el tiempo libre del que disponía comenzó a participar en pruebas con tractores. Y no tardó demostró su destreza. De hecho, se llevó los títulos del Nacional junior en 1983 y 1986 y el absoluto en 1992. Junto a este hobbie, el hecho de residir cerca de Kuukanpää, escenario del 1000 Lagos, hizo que aumentara su incipiente interés por el motorsport. Tanto es así que al cumplir 21 años, adquirió un Ford Escort ES 2000.


Con ese coche tuvo la primera de contacto con las carreras, participando en rondas nacionales. En 1987, vendió el Escort para comprarse un Lancia Delta del Grupo N, con el que ganó el Nacional de Rallyes un curso después. Gracias a este éxito, captó la atención de Timo Jouhki, quien le garantizó un apoyo de cinco años, lo que le permitió acceder al Europeo con un Mitsubishi Galant WR-4 privado.


Dos campañas más tarde, fue el más rápido en tres rondas del Production World Rally Championship (PWRC) en 1990, antes de dar el salto al WRC un año más tarde a lomos de un Mazda. Después de una temporada gris con Nissan en 1992 y de correr con un Lancia privado en 1993 y 1994, le llegó una oferta de Ford que cambiaría su destino.

La escudería del óvalo puso en sus manos un Escort RS Cosworth de fábrica en el 1000 Lagos… que llevó al primer peldaño del cajón. Tras esa exhibición, el equipo de fábrica Mitsubishi Ralliart Europe le fichó para formar pareja con la estrella sueca de la formación: Kenneth Eriksson. Este último venció ante sus paisanos en 1995 gracias a unas polémicas órdenes de equipo. Sin embargo, a partir de 1996 nadie puro parar ya a Mäkinen. Desatado al volante de su Lancer Evo III, ganó cinco rondas de ese certamen para adjudicarse el primero de sus cuatro cetros.

En las dos campañas siguientes también se coronó, pero protagonizando duelos épicos con diversos contrincantes. Así, en 1997 derrotó por un solo punto a Colin McRae, a pesar de que el británico sumó cinco triunfos por cuatro del finés. En el campeonato posterior se impuso por dos unidades a Carlos Sainz, quien solo firmó dos victorias por cinco de Mäkinen. Y cerró su impresionante tetracampeonato un curso después en 1999 cuando se deshizo del inglés Richard Burns por siete unidades. A partir de 1999 el Lancer con el que había dominado desde 1996 comenzó a acusar el paso del tiempo, aunque su maestría al volante le permitió encadenar tres victorias seguidas en Montecarlo (1999-2001).

Pero el Mitsubishi ya había cedió terreno frente a las máquinas rivales. Consciente de ello, decidió unirse al Subaru WRT en 2002, si bien, nunca acabó de estar cómodo con esa nueva montura. Por ello se despidió del WRC en 2003 subiendo al cajón del RAC. Después de su retirada, creó varios negocios, entre ellos una escuela de rallyes en Finlandia. A partir de 2015 fichó por Toyota Gazoo Racing con el objetivo de que la estructura nipona reverdeciera sus viejos laureles en su retorno al Campeonato. Y vistos los resultados cosechados, ha cumplido con creces.

La fuerza nipona regresó al WRC en 2017 con una alineación netamente finlandesa compuesta por Jari-Matti Latvala, Juho Hänninen y Esapekka Lappi. Este último se subió a lo más alto del podio en el 1.000 Lagos de ese curso. En 2018 dieron un gran salto prestacional al conquistar cinco rondas que les valieron el título de equipos. La pasada temporada Mäkkinen y Toyota cerraron el círculo al adjudicarse la corona de Pilotos con el estonio Ott Tänak, merced a sus cinco victorias con el Yaris WRC convertido en el coche más dominador del certamen.