Los Citroën C3 WRC podrán correr en manos privadas en 2020

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El jefe de equipo de Citroën Racing hasta su marcha del Campeonato Mundial de Rallyes, Pierre Budar, ha realizado unas declaraciones al medio Motorsport.com en la que da pistas sobre la posibilidad de que los Citroën C3 WRC puedan continuar compitiendo, aunque sería en manos privadas. De momento no hay nada cerrado, si bien esta posibilidad existe dentro de la normativa actual.

El pasado mes de noviembre Citroën comunicó su cese de actividades dentro de la máxima categoría con efecto inmediato, cesando en su sueño de ser campeones en 2020 tras unos años complicados tras la retirada a tiempo completo de Sébastien Loeb y un C3 WRC que nació como un coche complicado de conducir. La marca de los dos chevrones no efectuará planes en WRC pero sí que estará presente en WRC2 a través del programa de clientes con el Citroën C3 R5, coche que ha sido mejorado a lo largo de este año.

Las veces en las que se han visto WRC privados, como es el de Mads Ostberg (en 2017), Jourdan Serderidis, Armin Kremer, Marcus Grönholm o Lorenzo Bertelli han tenido un factor en común: todos estaban corriendo bajo el paraguas de un equipo oficial ya que se estipuló desde el principio que los World Rally Car nuevos serían para pilotos oficiales – en un principio esta norma iba a ser más rígida todavía. Por tanto, los que quisieran correr con el C3 WRC tendrían que hacerlo junto a lo que haga Citroën en WRC2 con los clientes del C3 R5.

“La opción más probable es que los coches se vendan o los haga correr un comprador privado. Pero por ahora, no hay noticias que comunicar respecto a este tema. Todo es posible, tendremos en consideración todas las oportunidades que surjan para el alquiler o la venta de nuestros coches”, declaró Budar.

Estoy muy convencido de que hubiéramos empezado la temporada en una posición mucho mejor que este año. Si veremos el coche el año que viene, no lo se. Estoy bastante convencido de ello, el progreso lo pudimos ver en los últimos test de desarrollo que hicimos. Un mejor entendimiento y experiencia del equipo – carrera e ingenieros de datos en el coche; eran algo novatos al comienzo de esta temporada y ahora tienen un año más a sus espaldas. Estoy bastante seguro de que hubiéramos peleado más esta próxima temporada, pero es fácil decirlo”, añadió Budar.

Si se viera alguno de los coches corriendo en manos privadas, sería con el coche con las mismas especificaciones en las que acabaron Sébastien Ogier y Esapekka Lappi el RallyRACC el pasado mes de octubre – es decir, sin las mejoras que el equipo estaba planeando para 2020. A fin de cuentas, para ello Citroën tendría que completar la homologación para que la aprobase la FIA; cosa que no se llevará a cabo ya que el Grupo PSA centrará sus esfuerzos deportivos en el nuevo programa en el Mundial de Resistencia con Peugeot creando un nuevo Hypercar híbrido.

Por ello, la situación es distinta de la que se vivió años atrás con la marcha de Volkswagen Motorsport y el prometedor Polo WRC 2017. Aquel coche no llegó a ser homologado por lo que no pudo competir pese a estar listo mientras que el C3 WRC es un coche ya más que rodado – su caso sería por ejemplo más similar al del Mini JCW WRC, que continuó corriendo en manos privadas tras la marcha de Mini/BMW y Prodrive del mundial.