Lo que el viento se dejó en Versalles: Lappi habla sobre el Citroën C3 WRC 2020

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La decisión de Citroën de abandonar con efecto inmediato el Campeonato Mundial de Rallyes ha afectado a muchos, empezando por los pilotos que tenía bajo contrato, Sébastien Ogier y Esapekka Lappi. El finlandés, cuya única solución para continuar compitiendo en estos momentos sería en M-Sport, realizó declaraciones sobre las mejoras del Citroën C3 WRC que estaban previstas para 2020 en el Podcast del periodista británico David Evans días atrás.

Hace poco más de un mes tanto Ogier como Lappi tuvieron la oportunidad de probar las mejoras previstas para 2020, caracterizadas por un espectacular conjunto aerodinámico que modificaba tanto el frontal (mayor toma de aire y más aletines para recircular el flujo aerodinámico) como el alerón trasero, más similar al del Toyota Yaris WRC. Además del nuevo conjunto aerodinámico, Lappi reveló más detalles, como también se recogen en el medio Motorsport.com. Eric Camilli también llegó a probar estas mejoras, así como Mads Ostberg en un test sobre tierra en Finlandia.

“Creo que podríamos haber dado grandes avances. Obviamente ya habréis visto la actualización aerodinámica que estaba funcionando muy bien – nos hubiera ayudado mucho en los tramos rápidos y rallyes rápidos. El cambio y la diferencia de tiempo era bastante con respecto a la aerodinámica anterior. Y también teníamos mejoras de rendimiento: motor nuevo, geometría de suspensiones nueva con actualizaciones en la dirección y otras cosas para los diferenciales. Estábamos trabajando a fondo”, declaró el piloto finlandés.

“Al igual que se vio cuando tuvimos los diferenciales que yo quería y todo funcionó sobre gravilla. Había mucho trabajo que hacer para el asfalto, pero estaba muy animado por las mejoras que teníamos para el próximo año. Quizás no hubiéramos dado respuestas a todos los retos de este año, pero al menos a algunos de ellos”, añadió Lappi.

Pese a toda esta revolución que Citroën estaba preparando en su coche Ogier decidió terminar un año antes de lo previsto con su contrato con la marca, alegando que la velocidad del desarrollo no era la necesaria para mantenerle el ritmo a Toyota y Hyundai. De hecho, es un motivo similar al que le llevó a marcharse de M-Sport un año antes para irse a Citroën, cuando en ese momento el Fiesta WRC evolucionaba a menor ritmo ya que la inversión que el equipo privado británico podía realizar era peor que el de los oficiales, pese al apoyo que prestaba Ford Performance desde los Estados Unidos.

Esta situación recuerda en cierta medida a la que se vivió a finales de 2016 cuando Volkswagen Motorsport decidió abandonar el WRC, consecuencia directa del escándalo del Dieselgate. El programa de carreras se cortó de inmediato, dejando sin volante a Ogier, Jari-Matti Latvala y Andreas Mikkelsen después de haberse dedicado un año entero a probar un Volkswagen Polo WRC 2017 que asustaba de la velocidad que mostraba en los test privados tanto en tierra como en asfalto, coche que al final quedó confinado al museo de la marca germana.