El 90º Rallye de Monte-Carlo perdurará en la memoria de los aficionados porque escribirá las primeras líneas de la era híbrida del Mundial de Rallyes. Toyota, Hyundai y M-Sport Ford, que el pasado sábado desvelaron las decoraciones oficiales de vehículos con los que se adentran en una nueva fase tecnológica para el certamen, encontrarán respuestas en las carreteras de los Alpes franceses, habituadas a lucir un manto blanco.
No será así en esta ocasión. Las altas temperaturas que reinan al sur del país han derretido la inmensa mayoría de componentes invernales de la ronda inaugural del campeonato. Las jornadas de reconocimientos avanzan con escasez de nieve y hielo. La superficie predominante hasta el momento, el asfalto seco. Y las previsiones meteorológicas tampoco presagian precipataciones con valores negativos en los próximos días.
Aunque libra a los pilotos del quebradero de cabeza que supone escoger los neumáticos adecuados para un bucle completo, el evento organizado por el Automobile Club de Monaco pierde uno de sus principales rasgos, la incertidumbre. Pero no al completo. Los tres equipos oficiales afrontan la ronda inaugural del curso con unos coches que son una incógnita en rendimiento. El tiempo promete estabilidad, la clasificación no.