Hasta ahora, hemos visto a un Kalle Rovanperä que no terminaba de estar a gusto con el manejo del Toyota GR Yaris Rally1 en rallies de tierra y nieve, ahora deshibridado en comparación con años anteriores - en concreto, no terminaba de funcionar con los neumáticos Hankook. Esto lo hemos visto en varios rallies esta temporada, salvo Canarias evidentemente.
Hasta ahora. Y es que, a lo largo de este Rally de Cerdeña, algo fue cambiando. Rovanperä parece que ha mejorado en la manera de hacer funcionar el conjunto de este año, lo cual ya se pudo ver en los tiempos que le permitieron acabar tercero, sólo por detrás de Sébastien Ogier y Ott Tänak. Particularmente, se notaba no sólo en los tiempos al final de cada tramo, sino también en su expresión facial al final de cada bucle.
Jari-Matti Latvala, jefe del equipo, explicaba a Revista Scratch sus propias impresiones: cómo en Suecia notaba a Rovanperä más estresado, menos a gusto, tanto dentro como fuera del coche, así como en el Safari y en Portugal. En cambio, en Cerdeña su expresión era completamente más relajada en todo momento, con todo más bajo control.
Esto implica, naturalmente, que Rovanperä puede ser una opción más interesante para las quinielas de cara a los futuros rallies del calendario, sin olvidarnos evidentemente de Ogier, Tänak o Elfyn Evans (aunque este tiene ahora el hándicap de limpiar pista el primer día como líder del campeonato). Más teniendo en cuenta que los cinco rallies siguientes son sobre tierra: Acrópolis, Estonia, Finlandia, Paraguay y Chile, estando de por medio su prueba de casa y la ronda más similar al '1.000 Lagos'.