Kalle Rovanperä certificó medio entorchado con su triunfo en el Safari Rally de Kenia. El finlandés ha superado el tramo más difícil de la temporada con matrícula de honor. Sus rivales tenían la imperiosa obligación de aprovechar las paradas en Portugal, Cerdeña y el propio continente africano para acortar distancias con el hombre de Toyota. No lo hicieron. El líder del Mundial afrontará la segunda mitad del año con todo a su favor.
En ninguno de los eventos que restan penalizan tanto las labores de limpieza como en los tres últimos disputados. Ni el mismo Rovanperä esperaba un saldo tan positivo en esa fase de la temporada. En tierras lusas, además de la victoria, se embolsó el máximo de bonificación en el Power Stage. En las áridas pistas sardas se topó con mayores dificultades y salvó un quinto puesto. En la sabana volvió a golpear con fuerza.
La ventaja del joven piloto nórdico con Thierry Neuville, su rival más próximo, rebasa la frontera de los sesenta puntos. Esto significa que Rovanperä podría abandonar en dos rallyes y todavía conservar la batuta de mando del certamen. Para mayor preocupación de sus perseguidores, ahora se avecinan dos citas que no le esconden secretos. En Estonia se formó y en Finlandia creció. A la intervención de los dioses se encomiendan.