Kalle Rovanperä sopesa sentenciar el Campeonato del Mundo de Rallyes por la vía rápida. El finlandés cuenta en su casillero con casi el doble de puntos que su rival más cercano, y solo vamos por la sexta cita del calendario... La estrella de Toyota aumenta la intensidad de su brillo. En el Safari Rally de Kenia, también abriendo pista en la etapa del viernes, ha logrado la cuarta victoria del curso. No hay lugar que se le resista.
La penalización de las labores de limpieza en Cerdeña le invitó a la cautela en sus pronósticos. Las zonas de fesh-fesh se habían ganado su respeto. Ya el año pasado, partiendo más retrasado en el orden de salida, abandonó al enterrarse en las partes arenosas de la sabana. Pero el triunfo cosechado por Sébastien Ogier en la edición del retorno del certamen al continente africano alentaba. El primer puesto no era un imposible.
Las posibilidades de alcanzarlo se multiplicaron cuando, al término de la jornada de apertura, figuraba en lo más alto de la tabla. La lluvia le impulsó aún más hacia el peldaño más privilegiado del podio. Su malestar físico durante la tarde del sábado apenas le mermó. Precisamente en las especiales de ese bucle asestó dos golpes definitivos. Culminó la fuga y hoy, en un domingo tranquilo, conservó lo que se había ganado.
Elfyn Evans, Takamoto Katsuta y Sébastien Ogier remataron un fin de semana de ensueño para la marca nipona. Los tres escoltaron al inquebrantable líder del Mundial. El británico y el francés sienten una frustración justificada. El primero porque no hace más que alejarse del entorchado y el segundo por el pinchazo que le apeó de la batalla. Todo lo contrario que el nipón, que salda la deuda moral que le perseguía desde Portugal.
La fiabilidad sigue condenando a Hyundai. En la ronda más exigente de la campaña sus tres coches sufrieron infinidad de problemas. Oliver Solberg, el único que completó los diecinueve tramos del itinerario, terminó a media hora de un Thierry Neuville que abandonó en las postrimerías del sábado. El motivo, la fragilidad del artefacto surcoreano. Los de Alzenau reciben un duro correctivo en la carrera por el título de fabricantes.
Detrás del belga, que concluyó quinto y se hizo con la bonificación del Power Stage, finalizó Craig Breen. En M-Sport Ford la mecánica también mostró su versión más débil. El cuarteto de unidades Puma Rally1 que desplazaron a Kenia se acogió a la normativa SuperRally. A espaldas del irlandés se situó el griego Jourdan Serderidis. Sébastien Loeb, Kajetan Kajetanowicz y el anteriormente citado Solberg cerraron el top diez.