El anuncio de la reciente despedida de Julien Ingrassia, uno de los copilotos más laureados de la historia de los rallyes, todavía cuesta asimilarla. Se hará oficial al terminar la temporada en la que le queda la disputa del RallyRACC y el Rallye de Monza, donde muy posiblemente habrá cantado el alirón de su octavo título mundial junto a su compañero y amigo, Sébastien Ogier, la pareja con la que ha compartido todos sus triunfos en los rallyes del WRC.
Durante la jornada de ayer, en el podio de salida, vimos un detalle que demuestra la calidad humana del francés. Ingrassia, en una muestra de afecto hacia la prensa y en señal de agradecimiento de todos estos años, estuvo cercano para reconocer todo el apoyo y trato recibidos.
Después de una carrera de 20 años, en su mayoría acompañando a Sébastien Ogier, se ha ganado el reconocimiento de mucha gente, no solamente por su calidad como copiloto, sino también por el gran carisma que demuestra en cada competición.
A lo largo de su carrera, Ingrassia ha formado parte de una de las duplas más históricas del WRC. Junto a Ogier conquistaron el Campeonato Mundial Junior en 2008 corriendo con un Citroën C2 S1600, posteriormente lo hicieron en 7 ediciones del WRC tanto con un VW Polo R WRC entre 2013 y 2016, luego con el equipo M-Sport a los mandos del Ford Fiesta WRC del 2017 al 2018 y desde el 2020 con su última consagración, ya dentro del Toyota Yaris.
Veremos qué tal le va en esta penúltima prueba del RallyRACC y si consigue despedirse con estas dos victorias restantes que le quedan. En su reemplazo para la siguiente temporada estará el Benjamin Veillas, un conocido de Ogier pues ya ha realizado pruebas buscando la mejor adaptación, ya que en la siguiente temporada, 2022, pasarán a la modalidad híbrida a bordo del GR Yaris Rally1.