Sin duda fue la gran coprotagonista del fin de semana. Sí, es cierto, Sébastien Loeb se llevó gran parte de las loas y flores por su 80ª victoria en el Mundial, la octava en el Monte-Carlo, pero a su lado, contenta y emocionada por el hito logrado, siempre estaba Isabelle Galmiche.
La veterana copiloto francesa completó una actuación sideral -a la par de su compañero-, sin un error en el que era su debut en la élite de la especialidad junto al piloto más laureado de todos los tiempos. El resultado no pudo ser mejor para una mujer que el día antes del rallye monegasco se definió como una “simple profesora de matemáticas que en ocasiones hace de copiloto”.
De mujer a mujer
La última vez que una mujer se subió al peldaño más alto de una prueba del Campeonato del Mundo fue, precisamente, en la edición de 1997 del Rallye Monte-Carlo, cuando Fabrizia Pons se hizo con el triunfo cantándole las notas a Piero Liatti en un Subaru Impreza WRC.
Curiosamente, en aquel ‘Monte’ ganado por la copiloto italiana se estrenaba la era World Rally Car y este año, en el debut en competición de la revolucionaria era híbrida de los Rally1 otra vez una navegante femenina ha saboreado las mieles del triunfo.