El Rally de Suecia se tiñó de rojo en la tarde del viernes a uno de los favoritos al triunfo. Justo después de haberse situado a escasos 1.1" de Elfyn Evans, líder de la clasificación general en aquel momento, el sistema híbrido del Hyundai i20 N Rally1 de Ott Tänak emitió la luz a la que todos temen. Así acabaron sus opciones. Por primera vez en la era híbrida un vehículo tomaba el camino del abandono por un problema de ese tipo.
A la inmensa decepción del estonio se sumó la del director adjunto de Hyundai Motorsport, un Julien Moncet que alzó la voz en busca del cambio: "Creo que estamos de acuerdo con los otros fabricantes y la FIA en que tenemos que replantearnos algunos puntos del reglamento deportivo para evitar una repetición de esta situación. Ya hemos mantenido varias reuniones este fin de semana para actualizar la normativa."
Pero los surcoreanos no fueron los únicos obligados a aparcar una de sus monturas en pleno desarrollo de la segunda ronda del campeonato. El Toyota GR Yaris Rally1 de Elfyn Evans experimentó un contratiempo similar en la primera especial del domingo. El británico había reanudado la marcha tras reparar los daños provocados por su impacto con un banco de nieve, pero kilómetros más adelante desaperecía la señal luminosa.
El finlandés Jari-Matti Latvala, máximo responsable del equipo nipón, se unió a las protestas de Moncet: "Las unidades híbridas no deberían ser la razón para que un fabricante retire sus coches. Necesitamos considerar un cambio en el reglamento deportivo. Entiendo que en nuestro deporte puedes tener problemas mecánicos, pero con las unidades híbridas no podemos hacer nada por nosotros mismos porque vienen de fuera".