La introducción de la era híbrida no ha hecho buenas migas con el personal de Hyundai Motorsport, que contempla como su representación en el 90º Rallye de Monte-Carlo se reduce al i20 N Rally de Thierry Neuville, que salvó su posición dentro del top 10 de la clasificación general ayer gracias a sus conocimientos de mecánica. La segunda víctima para los de Alzenau es Oliver Solberg, que ha sufrido todo el fin de semana.
El joven piloto sueco afrontaba la temporada 2022 cargado de ilusión por el cambio de normativa. Experimentados y noveles tendrían que adaptarse a una tecnología nunca vista en la especialidad, lo que reducía la diferencia que podrían generar los años de competición acumulados por los Elfyn Evans, Ott Tänak y Thierry Neuville. Además, la marcha de Sébastien Ogier abría todavía más el abánico de posibilidades.
Pero desde la noche del jueves su incursión en la cita monegasca fue condicionada por unos problemas no lograron solventar hasta la asistencia de anoche. En el habitáculo del i20 N Rally2 del hijo del campeón del mundo del 2003 se filtraba tanto humo que incluso le hacía llorar. Tres días con ese inconveniente se tornaron en demasiado para la salud de Solberg y su copiloto, que ha primado en la decisión de abandonar.