Una sensación de incertidumbre invadía a Esapekka Lappi al término del Power Stage del Acrópolis Rally. El finlandés había cruzado por la meta de un evento que podría ser el último de su programa parcial con Toyota Gazoo Racing WRT. Entraba en un periodo de vacaciones indefinidas que, como mínimo, se prolongará hasta febrero del próximo año. Sébastien Ogier ocupará su puesto en Nueva Zelanda, España y Japón.
El futuro del nórdico en la categoría reina no está garantizado. Había firmado un contraro de una campaña, pero considera que ha cumplido con su trabajo, el de ayudar en el campeonato de marcas: "En los últimos rallyes creo que he hecho todo lo que podría hacer para mantener mi asiento. Nos contrataron para sumar puntos para el equipo y eso hemos conseguido, así que si lo miras así, creo que podemos continuar".
Lappi admite que habría preferido participar en más eventos, aunque desde el principio era plenamtente consciente de lo que conllevaba su acuerdo: "Me gustaría participar en más pruebas, pero esto es lo que hay. Sabía que iba a ser así cuando acepté el programa parcial. Puedo sentir que mi ritmo mejora cuando conduzco con más regularidad, pero ahora tengo unas vacaciones y echaré de menos el no estar en Nueva Zelanda".