Ni en los sueños más optimistas habrían imaginado una recuperación de semejante calibre. El descalabro del 90º Rallye de Monte-Carlo hirió el orgullo de la formación bicampeona del mundo. Pero desde que concluyó aquella pesadilla, en Alzenau trabajaron sin descanso en busca de soluciones que, al menos, convirtiesen en fiable al Hyundai i20 N Rally1. Una vez asegurado este punto pensarían en mejorar el rendimiento.
Contra todo pronóstico, el desempeño de mecánicos, ingenieros y pilotos en los prolegómenos del Rally de Suecia fue recompensado por partida doble. La mecánica resistía a las exigencias de las pistas nórdicas y la velocidad permitía a las tres tripulaciones luchar por victorias parciales. Thierry Neuville y Ott Tänak llegaron a liderar la cita con base en Umea. Finalmente, recibieron el premio de la medalla de plata del #11.
Antes del arranque de la segunda ronda del certamen, el belga en absoluto pensaba rodar en la zona alta de la clasificación: "Es una gran liberación para todos. No podíamos esperar cuando llegamos aquí que seríamos capaces de ir primeros al final de la etapa del viernes. En términos de rendimiento pensábamos que todavía nos faltaría algo. Los otros dos días fueron un poco más difíciles, pero hemos hecho un buen trabajo".