El Rallye de Australia trata de sobrevivir a los incendios forestales

Twitter (@TheDDuran)
Instagram (@dduranissimo)

El Rallye de Australia, decimocuarta y última prueba puntuable del Campeonato Mundial de Rallyes, está en peligro en estos momentos debido a los graves incendios forestales que llevan varios días arrasando hectáreas y hectáreas. Parte de la planificación de la prueba ya ha sido alterado por parte de los organizadores en un intento por salvaguardar la estructura, habiéndose cancelado ya el apartado nacional que estaba previsto que corriera después de los inscritos en el apartado WRC.

Las dimensiones del incendio, el cual se ha propagado a unos kilómetros al sur del epicentro de la prueba en Coffs Harbour, son tales que más de un centenar de hogares están ardiendo e incluso se han confirmado varios fallecidos por las llamas según apuntan medios locales. El impacto y las dimensiones de esta catástrofe es tal que incluso desde los vuelos que van y vienen a la gran isla oceánica puede verse la terrible cortina de humo proveniente del fuego.

Según la BBC, las dimensiones de las llamas es tal que han alcanzado los 6 metros de altura mientras que la velocidad del viento ha llegado hasta los 80 kilómetros por hora. Otra cuestión que juega en contra es la sequía que estaba sufriendo la zona de Nueva Gales del Sur, incluso con las lluvias que cayeron la semana anterior al rallye, lo que hace que los aviones no tengan tanta agua para combatir este infierno para la naturaleza.

Las temperaturas bajaron unos grados durante el pasado sábado lo cual ayudó al control de la situación en la medida de lo posible. No obstante, se teme que las predicciones se cumplan y vuelvan a subir para la misma semana del rallye, lo cual podría agravarse teniendo en cuenta la baja humedad y los fuertes vientos que también están previstos.

El primer aviso venía cuando los fuegos afectaban a la zona de Port Macquaire, a una hora y media al sur de Coffs Harbour conduciendo por la costa y el camino normal para los pilotos que llegan a Australia desde el aeropuerto de Sidney. Esto obligaba a que tuvieran que dar media vuelta y llegar hasta la sede de la prueba a través de un camino mucho más largo más hacia el interior.

Gran parte de los tramos están localizados en las zonas que se han quemado, por lo que buena parte del itinerario se ha convertido en cenizas con los problemas de seguridad y de salud, dado que su inhalación puede provocar mareos y consecuencias peores. El Monday Test se ha trasladado de ubicación al TC-15 pero en sentido inverso y el martes 12 de noviembre no habrá jornada de reconocimientos sino que se pospondrá al miércoles 13.

Por tanto, aún está en el aire lo que ocurrirá con la prueba, aunque se confía en que la organización sea capaz de rescatar la mayor parte posible del evento, teniendo en cuenta que gran parte del elenco mundialista ya aterrizó en Australia, además de todo el despliegue logístico efectuado por parte de los equipos. En lo que respecta al apartado nacional no será así ya que se ha cancelado el evento, lo que suponía la mayor parte de los coches que iban a rugir por los tramos australianos.

No hay que olvidar que, aunque el título de pilotos ya se decantó a favor de Ott Tänak en el RallyRACC, aún se juegan el subcampeonato Thierry Neuville y Sébastien Ogier, destronado por primera vez desde que comenzó su racha de títulos con Volkswagen Motorsport y después con M-Sport. Más importante aún es el título de marcas, que se disputa entre Hyundai Motorsport y Toyota Gazoo Racing – los de Alzenau quieren la que puede ser su primera corona desde que regresaron al Mundial de Rallyes mientras que su gran rival, tanto en rallyes como en el mercado de coches de producción en serie, intentará defender la corona que logró en 2018.