El 90º Rallye Monte-Carlo revive la rivalidad entre Sébastien Loeb y Sébastien Ogier

Sébastien. Nombre que aglutina 17 títulos mundiales y 15 victorias en el icónico Rallye de Monte-Carlo. ¿En cuál de los dos piensa? Loeb y Ogier, los protagonistas de las dos épocas de dominio más abrumadoras en la historia del campeonato, vuelven a cruzar sus caminos año y medio después. Los dos estrenando monturas impulsadas por tecnología híbrida. Ambos con nuevos copilotos. Arropados por diferentes equipos.

El duelo de este fin de semana será el más igualado del último lustro entre los monarcas franceses. El único factor que decanta la balanza al lado del piloto de Gap, la continuidad. Mientras su tocayo ha participado esporádicamente desde su retirada en 2012, Ogier ha acumulado miles de kilómetros y mantiene el frescor en su velocidad. Por lo demás, fuerzas equilibradas, incluso en el tiempo de pruebas con sus respectivos Rally1.

El inicio de la rivalidad de los Sébastien se remonta a principios de la década pasada, cuando convivían en Citroën Racing. Mientras Loeb se dedicaba a ampliar su colección como la figura consolidada de la firma del doble chevrón, emergía el hambriento Ogier, el niño prodigio proveniente de las fórmulas de promoción. Pero su rápida adaptación a la categoría reina y la rebeldía de la juventud provocaron un ambiente insostenible.

Tanta tensión se respiraba que a finales de 2011 decidieron separar sus trayectorias deportivas. Loeb permanecía con los de Versalles y su compatriota firmaba por Volkswagen Motorsport, que se encontraba por aquel entonces en la fase de desarrollo del posteriormente imbatible Polo R WRC. Ogier contempló desde la extinta S2000 WRC como su ex-compañero certificaba su noveno título y anunciaba su retirada.

En la campaña 2013, Ogier retornaba con los hermanos mayores y se labró su propia leyenda sin sombras a su alrededor. En esos tiempos de dominio con la marca alemana, coincidió en cinco ocasiones con Loeb, derrotándole en tres ocasiones. En 2015 el alsaciano se marcaría otros retos y dejaría de lado el certamen de su vida hasta que la monstruosa generación World Rally Car del 2017 le atrajo con su poder de seducción.

Cuando se produjo la vuelta del nonacampeón, todavía ligado a Citroën, la repentina marcha de Volkswagen había motivado la incorporación de Ogier a M-Sport Ford. En los dos cursos en los que defendió los colores de la formación comandada por Malcolm Wilson, vivimos tres enfrentamientos entre los formidables pilotos galos, resultando de nuevo vencedor en el cómputo global el más joven de ellos por la mínima, 2 a 1.

Una de sus batallas más intensas tuvo lugar en el RallyRACC Catalunya Costa Daurada - Rally de España del 2018. Ogier despertaba el domingo en la segunda posición, 4.7" por detrás de Jari-Matti Latvala y 3.3" por delante de su rival histórico. El finlandés se descartó a las primeras de cambio de la lucha, heredando Loeb el liderato con una magistral elección de neumáticos que terminaría otorgándole la victoria por menos de 3".

En 2019 Citroën consiguió el regreso del niño prodigio, lo que supuso el adiós de Loeb por la puerta de atrás. El de Alsacia recaló en Hyundai Motorsport, donde se alternaría al volante del tercer i20 Coupé WRC con un viejo conocido, el español Dani Sordo. Loeb completó con los surcoreanos ocho citas, imponiéndose en tres de ellas a Ogier. Quince meses más tarde, ¿qué Sébastien finalizará por delante del otro Sébastien?