Medio siglo. Un 22 de noviembre de 1995, Colin McRae inscribía su nombre en el palmarés de honor del Mundial de Rallyes tras imponerse en el RAC Rallye de Inglaterra. El escocés, con sólo 27 años, se convertía en el piloto más joven de la historia en coronarse en el WRC un récord que hoy en día sigue vigente.
Pese a que aquella edición de la prueba británica daría para escribir mucho sobre lo acontecido detrás de las cámaras referente al Subaru de Carlos Sainz -su gran rival y compañero en la pelea por el título mundial de aquella temporada-, 25 años después hay que quedarse con lo bueno y lo emotivo de esta fecha. Hoy toca recordar la gran figura de Colin McRae, el gran ídolo de muchos de los que pasaréis a leer este artículo.
“En caso de duda, gas”, ese era el lema de Colin, hijo de un campeón británico de rallyes, Jimmy, y hermano de Alister, que también llegó a ser oficial en la época dorada de los World Rally Cars a finales de los noventa.
Tras su muerte en 2007, McRae pasó de mito a leyenda de los rallyes. En el imaginario colectivo de los apasionados de la especialidad, el escocés siempre ocupará un puesto de honor y es que su forma de ser, y sobre todo de pilotar, hicieron de él un ídolo de masas que un día como hoy hace 25 años lograba llegar al Olimpo de la especialidad. Vida eterna a Colin.