Es el espejo en el que todos se quieren mirar, pero también tiene su lado oscuro. Las copas de promoción nacionales le hacen ojos al WRC, pero este ni se para a charlar con ellas. ¿Debe seguir la relación o debe haber divorcio?
Es el sueño y deseo de todo piloto de rallyes que decide empezar una carrera profesional, llegar al Mundial y ser una estrella en el WRC, lo más alto a lo que se quiere aspirar. Esto hace que todos los pasos intermedios que inician tengan de reojo la vista puesta en el Mundial. Cualquier experiencia será bienvenida si definitivamente se consigue el objetivo final. Por su parte lo promotores ven en el Mundial el maná de repercusión y notoriedad que necesitan para armar un buen espectáculo y lograr los fondos necesarios para sacar adelante el objetivo. Es más vendible al que pone el dinero un parque de asistencia del WRC, donde se codean con las estrellas, que uno del nacional, en donde las estrellas son más locales.
En primera instancia todo parece cuadrar, es la ecuación perfecta, pero si rascamos un poco, esa relación tiene sus pros y sus contras. ¿Llegan a pesar lo suficiente las contras como para replantearse la viabilidad del matrimonio?
Es el espejo en el que todos se quieren mirar, pero también tiene su lado oscuro. Las copas de promoción nacionales le hacen ojos al WRC, pero este ni se para a charlar con ellas. ¿Debe seguir la relación o debe haber divorcio?
Afrontar la prueba son mayores y menos accesibles, más días de entreno, toda la semana dedicada a la prueba, que normalmente es solo el viernes, normalmente “gastando” más días libres de los necesarios para cualquier otra cita. Y entre otras, la diferente reglamentación, que en algunas ocasiones hace incompatible la participación de algunos habituales cuando la cita se convierte en mundialista, pudiendo dejar en situación de inferioridad de oportunidades a unos pocos por el hecho de que las normas del WRC son de rango superior, algo injusto si no se pudo atajar a tiempo.
Es el momento de poner todos los pros, muchos más de los que aquí se han expuesto, y los contra, también una lista más abultada de la señalada, en una balanza y preguntarse si es oportuno que copas como la Peugeot Rally Cup Ibérica o la Beka Junior R2 tengan citas coincidentes con el WRC. Seguro que la opinión será muy diferente si se es promotor, piloto o aficionado, pero al menos es algo sobre lo que pararse a pensar. Recordemos que para el Rallye RACC – Rallye de España, estarán ambas presentes.