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El Rallye de Estonia, cuarta cita de la temporada del Campeonato del Mundo de Rallyes y primera que se celebra tras el inicio de la pandemia de la Covid-19, se presentaba como el mejor test posible para que Jan Solans y Mauro Barreiro pudiesen ir cogiendo ritmo de competición después de diez meses sin correr.
Con apenas un par de jornadas de pruebas previas a la carrera, los actuales campeones del mundo junior aterrizaban en el pequeño país báltico con tres claros objetivos: hacer todos los kilómetros del rallye, ganar experiencia con su Fiesta Rally2 y ser el mejor Ford de la categoría WRC 3.
Todos ellos cumplidos por el pequeño de los Solans menos el último. La fortuna no ha estado de su parte y en el último tramo del rallye un inoportuno pinchazo -que le ha hecho perder casi 4 minutos - ha dejado al piloto de Ford España sin opción a seguir peleando por la sexta plaza de su categoría y ser el mejor Fiesta Rally2, un resultado que tenía al alcance de su mano.
Pese a este contratiempo de última hora, el balance que hace el nuevo atleta de Red Bull de su primera experiencia en el Rallye de Estonia es más que positivo. Con los objetivos marcados de antemano más que cubiertos, el piloto del Rally Team Spain ya tiene su mirada puesta en su próxima carrera: el Rallye de Turquía.
A orillas del mediterráneo en un rallye muy duro para las mecánicas, el ‘Pinsà’ llegará con más rodaje y confianza en su Ford Fiesta Rally2 y, en un tipo de tramos más clásico y parecido a lo que está habituado el de Matadepera, seguramente le veremos incrementar su ritmo y pelear por cotas mayores en el WRC 3. Jan nos tiene acostumbrados a lo bueno, siempre sigue su plan y, habitualmente, le sale bien. Toca confiar, una vez más, en su talento y velocidad.