El hecho de que Elfyn Evans y Scott Martin hayan logrado el segundo puesto en el Rallye de Monte-Carlo puede significar muchas cosas. Y una de ellas, ahora que los Rally1 han dejado atrás su hibridación y la gestión de la potencia extra, es el retorno de la mejor versión de uno de los pilotos más queridos por la afición. La mejor versión de un Elfyn Evans que tan cerca estuvo de ser campeón mundial en aquella temporada 2020.
Desde aquel patinazo en una aciaga curva de derechas en las montañas de Milán, un 'Ah, you bastard' que aún resuena en la mente de muchos, Evans no ha tenido una oportunidad para ser campeón. En el último año de los WRC, 2021, logró vencer en Portugal y Finlandia, además de otros cinco segundos puestos que le auparon a ser subcampeón mundial. Ahora bien, con la llegada de los Rally1 híbridos, en 2022 no logró una sola victoria para su casillero mientras que su compañero de equipo Kalle Rovanperä arrasaba.
2023 fue también para Rovanperä, si bien Evans lograba tres victorias y era de nuevo subcampeón. Por lógica, con Rovanperä decidiendo hacer una temporada parcial en 2024, parecía su turno para ser campeón en 2024. No obstante, varios rallyes flojos, especialmente Finlandia y Acrópolis, le lastraron en la general, si bien pudo ser subcampeón de nuevo tras arrebatarle la posición a Ott Tänak ganando para Toyota el Rallye de Japón. Si bien lo cierto es que nunca pareció tener el mismo nivel que sus dos rivales de Hyundai, Tänak y el eventual campeón Thierry Neuville.
¿2025? Puede ser una historia muy diferente y el híbrido ya es historia. Cierto es que el Monte-Carlo es particular y caprichoso de narices, pero si Evans recupera la confianza (o la pierde menos a menudo, pues le pasó en los tramos del jueves) podemos tener a un galés capaz, de nuevo, de ser campeón, añadiendo a esto el hecho de que Ogier, en teoría, hará temporada parcial (sin ir más lejos, no estará en Suecia). ¿Podrá batir Evans a Rovanperä este año?