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Desde que acabó la primera prueba del Supercampeonato de España de Rallyes Virtual he querido plasmar aquí mis impresiones, siendo un rallye de estrenos tanto para el campeonato en sí como para el equipo Scratch Simracing. Y en mi caso en un rallye virtual, ya que casi siempre que había hecho simracing era en circuitos y rara vez en competición como tal. Por tanto, no tenía realmente ninguna expectativa de lo que me iba a encontrar cuando probara el coche.
Tenía mis ideas sobre lo que me iba a encontrar, pero…tan pronto empecé a rodar con el N5, era evidente el trabajazo que había detrás por parte de Motor & Sport Real Simulation y Club Simracing. Por un lado, el N5 que reaccionaba de manera noble y predecible a los imputs a la vez que tenía mucha velocidad en zonas rápidas – y capaz de volverse bastante más reactivo si se cambiaban los reglajes en el tren delantero. Era justo lo que me imaginaba, pero con más fuerza de motor.
Por otro lado, las físicas de tierra, dando lugar tramos de tierra como pocos se pueden encontrar en Assetto Corsa, un juego orientado en un principio a circuitos. Lo que desde que salió el juego en 2014 aún no se había conseguido a este nivel, lograr unas físicas de tierra verdaderamente realistas. En otros casos, lo que se había visto eran recorridos marrones pero que, más que tierra, daba la sensación de estar pilotando sobre hielo dado que era más bien liso con tan poco agarre que estabas acariciando el freno desde 150 metros antes de lo que a uno le gustaría.
El hecho de apenas haber practicado antes del rallye – fruto directo de contar con ordenador nuevo tan solo unos días antes –, reencontrarme con un volante que utilizaba cuando aún estaba en el colegio (Driving Force GT) y ponerme a hacer notas por primera vez sin hábito anterior ninguno. Y como es lógico, las primeras notas que uno hace no son ni buenas, ni precisas.
Después de solucionar todos los problemas técnicos durante el shakedown, para el primer tramo Ángel Manzano y yo salíamos motivados…en algunas curvas en exceso por mi parte. Un par de momentos ‘Pure Show’, pero al menos lográbamos entender cómo funcionaba todo sin caer demasiado bajo en la general. La peor noticia para el equipo llegaba poco después, con el ‘abandono’ de Nil que ya es conocido. Eso, a decir verdad, me sirvió para espolearme y hacerlo lo mejor posible en la segunda pasada. Y vaya si salió.
Una pena que se viera poco en la realización del directo, pero con la motivación en su justa medida, los dos jerezanos dimos un gran salto adelante en el TC-2 y sus casi 15 kilómetros de longitud. Con muy pocos errores, yendo muy rápidos y muy finos (salvo al final que opté por conservar un poco) conseguimos estar muy arriba. Digo yo que marcándome tramos así igual se venden más libros de Kit-Car.
Al siguiente día comenzamos con ganas de continuar mejorando, pero ya al empezar la primera pasada por el tramo de La Parroquia notaba que iba a ser complicado, no por el tramo en sí sino por encontrar el ritmo necesario. No solo fallaba ritmo sino que además en la primera pasada un par de notas que Ángel cantó bien pero yo escuché mal dieron lugar a pequeñas salidas de pista donde se fueron unos 20 segundos. En la segunda pasada todo fue más fino y de hecho marcamos un tiempo mejor del esperado, pero aún así muy lejos de los primeros dentro de la categoría, un indicador del gran nivel visto en este S-CER Virtual.
Pasado el cuarto tramo, ya solo quedaba enfilar los últimos casi 20 kilómetros de rallyes con el TC-5 y el TC-6, un recorrido que me recordaba a circuitos ‘de la vieja escuela’ en algunas zonas por las rectas y curvas rápidas que había. Había zonas intuitivas, pero también otras muy traicioneras donde tenías que tener todo apuntado y además los reglajes no eran los idóneos, por lo que había que soltar más de la cuenta en algunas curvas para no acabar haciendo espeleología en el fondo del barranco o botánica con los árboles digitales del camino.
Por suerte, en ninguna de las dos pasadas hubo errores graves/demasiado tontos y tanto Ángel como yo logramos acabar la prueba, consiguiendo además todos los objetivos marcados. Aunque no fuera en mi caso por falta de experiencia y ritmo, el N5 – con todos los datos tomados de los modelos reales de RMC Motorsport – demostró ser un gran coche con el que llegar a hacer incluso Top 10 absoluto en las manos adecuadas.
Como es natural, tanto en el shakedown como en las dos primeras pasadas al principio los nervios son palpables, muy traicioneros, que hasta puede hacerte temblar los pies y que no toques el pedalier con la precisión habitual – varios pilotos afirman que notan más los nervios incluso que en carreras reales, como el piloto de McLaren en Fórmula 1 y habitual del simracing Lando Norris. Por suerte, tanto con la experiencia de tramos y carreras, así como con la propia adrenalina una vez uno ya está en marcha, esos nervios van quedando en un segundo plano.
El hecho de poder comparar cara a cara los tramos del S-CER Virtual con los de la vida real, tramos disputados en las últimas ediciones además, es un plus de hasta donde está llegando el simracing en nuestros días: un campeonato federado que emula los pasos del real con reproducción, metro a metro, en uno de los simuladores de referencia en la actualidad. Un campeonato de simracing que ya de entrada parte con estas herramientas y una estructura ya establecida (partiendo de su experiencia en la montaña, que comenzó el año pasado) solo puede/debe ir a mejor para las siguientes pruebas. En Pozoblanco, que tendrá lugar en junio, se verán de nuevo los R5, N5, Legends 1, RGT, Legends 2 y R3T. Y el que quiera ver Kit Cars, que vaya ahorrando para cierto libro…
