Pazos y Cancela terminan con sabor agridulce en Adeje y son más líderes del ERT

Aterrizados ya de regreso en Galicia, Pazos y Cancela hacen un balance agridulce de su paso por el rally canario, su primera aventura competitiva fuera de la Península Ibérica ya que, como ya sucediera en el Rally Sierra Morena, diversos problemas mecánicos no les permitieron brillar a la altura de su nivel real de conducción. 


Todavía con el poso del cansancio del exigente fin de semana en el Rally de Adeje en la voz, Sergio Pazos explica que “en esta temporada, como ya explicamos en el arranque de la misma, nuestro principal objetivo es el de hacernos con la victoria final en el European Rally Trophy y sabíamos que el Rally de Adeje suponía una gran oportunidad para sumar puntos importantísimos ya que el hecho de que se dispute en las Islas Canarias provoca que algunos equipos no puedan hacer frente a un viaje tan largo”. 


Pazos y Cancela conseguían el triunfo en su grupo, pero el piloto del Equipo Grupo Farma10 reconocía que “desde mi punto de vista, no estoy muy contento con cómo nos ha ido el fin de semana porque creo que hemos hecho un mal rally. Pese a ello, hemos podido sumar una importante cantidad de puntos que ahora vamos a tener que saber aprovechar y administrar de cara a las citas portuguesas”. 


Como ya sucediera en Córdoba, el Mitsubishi Lancer EVO X de Pazos y Cancela les provocó a los gallegos más dolores de cabeza de lo esperado en un principio. El piloto del Equipo Grupo Farma10 explicaba que “ha sido un mal fin de semana. Después de Córdoba revisamos el coche por completo y llegábamos a Adeje con muchísimas piezas nuevas y reparadas. Sin embargo, comenzó a darnos problemas desde el primer momento. Tras completar el primer tramo cronometrado, en el enlace, lo paramos y al volver a ponerlo en marcha el motor de arranque no funcionaba bien”. 


Era, en todo caso, un problema menor que no debía de poner en riesgo sus opciones en la cita canaria. Así lo reconoce el propio Sergio Pazos que continúa explicando que “pese a ello, los primeros tres tramos los completamos sin mayores problemas, pero ya en la segunda sección del viernes, tras cuatro kilómetros del segundo sector, volvió a fallarnos el embrague. Era una pieza nueva, pero se nos quedó pegado”. 


Aquello sí que suponía un problema más grave ya que en caso de que el embrague dijese basta antes de poder repararlo, supondría el final del rally para Pazos y Cancela. El piloto gallego tuvo que tirar de veteranía y correr con la calculadora. 


“Eso nos obligó a hacer lo que quedaba del día siempre en tercera con la vista puesta en poder terminar. El equipo GTW Racing volvió a dar lo mejor de sí mismo. Los mecánicos trabajaron toda la noche para reparar la avería. Fue impresionante. Comenzaron a trabajar a las doce de la noche, cuando pudimos sacar el coche del parque cerrado, hasta las siete de la mañana sin descanso”. 


Tanto Pazos como Cancela se muestran muy agradecidos por el esfuerzo realizado por sus mecánicos y reconocen que fue “gracias a ese enorme trabajo de los mecánicos por lo que pudimos comenzar el segundo día de competición sin problemas. Durante los cuatro primeros tramos el coche funcionaba perfecto, sin dar ni un solo problema. Sin embargo, en el penúltimo tramo, el más mítico y rápido del Rally de Adeje, se rompió el turbo. Eso nos obligó a levantar el pie. Quedaban sólo dos kilómetros y ya en meta el equipo nos aconsejó hacer el último tramo cronometrado como pudiésemos para terminar el rally y puntuar”. 


Así pues, ya de regreso en casa, Sergio Pazos y Sergio Cancela miran atrás al fin de semana sin poder decir que están contentos con su actuación, aunque tienen claro que han dado un paso muy importante en su pelea por el ERT. “Lo más importante es que conseguimos terminar y puntuar, que era a lo que veníamos. Lo que ocurre es que cuando vas a un rally a correr contra ti mismo”, concluye el piloto del Equipo Grupo Farma10. 

El Rally de Adeje no fue fácil en lo deportivo, pero tampoco en el plano emocional para Sergio Pazos, que pasó un muy mal trago en la parte final del viernes. El piloto gallego del Equipo Grupo Farma10 demostró que los pilotos, pese a saber mantener la sangre fría cuando ponen al límite sus coches tramos tras tramo, son, sobre todo, una familia. 


Incapaz de hacerlo él mismo a causa de la emoción que todavía le encoje al recordar esos momentos, es Sergio Cancela el que tiene que actuar de portavoz de la dupla gallega para relatar los malos momentos vividos el viernes. 
“Llegamos a una zona donde había dos coches y mucho humo. El que más destacaba era el coche de Iván Ares, que es un gran amigo de Serxinho. Se llevan muy bien y se tienen mucho cariño. Sergio pensó que Iván se había lastimado. Paramos el coche y me iba a bajar con el extintor para ayudar, pero vino Iván y nos dijo que siguiéramos porque estaban todos bien”, explica Cancela. 


Sin embargo, pese a las buenas noticias, la tensión acumulada de la competición y haber visto en apuros a su buen amigo, le jugó una mala pasada a los nervios de nuestro piloto. Cancela sigue su relato recordando que “nos volvimos a poner en marcha, pero Serxinho sólo podía pensar en Iván. Se puso muy nervioso y comenzó a llorar diciendo que esté bien, por favor. Iván va a ser padre dentro de poco y lo que realmente importa es eso: que él esté bien”. 


Sin duda, y pese a la pequeña polémica que pudo rodear el momento de la llegada a meta de la pareja del Equipo Grupo Farma10, son momentos como estos los que demuestran que los grandes campeones, además de unas manos mágicas al volante, son personas con un gran corazón.