Pero lo cierto es que ya desde la primera especial comenzaron los problemas, en un rallye con muchas trampas y muy sucio como el de Ferrol, los pinchazos están a la orden del día, y Víctor Colorado lo sufría en una curva en la que había que ceñirse, doblando además un brazo de suspensión. Este hecho, sin haber asistencia hasta el final de la jornada, le hipotecaba cualquier buen resultado al equipo, más aún cuando el brazo de suspensión se terminaba partiendo a dos tramos del final y completaban el recorrido con una rueda sujeta tan sólo por el amortiguador, una auténtica odisea.
Debido a los minutos perdidos el día anterior, la única baza para el sábado era seguir aprendiendo y certificar la cuarta posición de la Copa Suzuki Swift Júnior en la que se encontraba el equipo, trabajo que hicieron a la perfección marcando incluso algún buen crono para terminar en la duodécima plaza absoluta de la Copa Suzuki Swift.
Con sólo dos semanas de diferencia, la siguiente cita de la monomarca nipona significará regresar a a Portugal, con el Rali Alto Tâmega donde Colorado Motorsport tratará de mejorar los resultados para remontar posiciones en la Copa Suzuki Swift Júnior.