Después de haber materializado la venta de su anterior Mitsubishi Lancer Evo, que finalmente se quedará en la comunidad gallega, el equipo encabezado por Adrián Vázquez y Cristina Prieto han adquirido una unidad del Citroën C2 R2 Max con la que esperan poder estar en la línea de salida del Rally San Froilán, su cita de casa y que reanuda la competición en el regional gallego.
La unidad en cuestión pertenecía anteriormente al piloto madrileño Alberto Castellano, aunque en el pasado ya había estado en territorio gallego en manos del piloto Martín Bello, y con el que había disputado alguna cita del certamen gallego, como el Rally de Noia. Así pues, el vehículo de la marca de los chevrones trae nueva ilusión al equipo, tras la mala suerte que les acompañaba con el Evo.
Distintos infortunios y averías impedían a la pareja lucense disfrutar y rodar todo lo rápido que quisieran con el vehículo de tracción total. Ahora, tras esa etapa vuelven a la tracción delantera, en la que ya disponen de experiencia, después de haber competido anteriormente con un Citroën Saxo con el que rondaban habitualmente las posiciones delanteras de la Copa Kumho.