Retorno de los rallyes de tierra a Fuerteventura después de un año nefasto para obtener permisos medioambientales, la prueba de su pueblo se encarga de la reanudación de la actividad en la isla... unos ingredientes ideales para que Kevin Guerra lograse esa victoria absoluta que tanto se le había resistido. El majorero y el Volkswagen Polo N5 siempre congeniaron, pero sin alcanzar el clímax. Sus notables actuaciones eran empañadas por continuos contratiempos mecánicos o pequeños errores con graves consecuencias...
Hasta que llegó el 32º Rally de La Oliva. Cita en el pasado valedera para el Campeonato de España de Rallyes de Tierra, tuvo el privilegio de asistir a un hecho que ilumina el futuro del deporte del motor para los equipos locales. La temporada parecía acabarse sin ningún evento de envergadura en Fuerteventura, pero la Escudería Maxo Sport lo logró, y esa oportunidad no la dejaría pasar Guerra. Desde la especial de apertura, el piloto de Sports&You Canarias demostró un nivel de conducción con el que se libró de rivales.
Con Álvaro Fernández a las notas, Guerra dirigió el Volkswagen Polo N5 a lo más alto del cajón, consiguiendo así estrenar el casillero de triunfos personal, el de este coche en el archipiélago canario y el de la formación comandada por Emma Falcón. Los experimentados Gustavo Sosa-Eduardo González (Skoda Fabia R5), habituales del nacional, no encontraron solución al recital de los vencedores, conformándose con la medalla de plata. El podio lo cerraron Iriome Perdomo-Francisco Cabrera (Subaru Impreza STI).