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Desde su llegada al CERA en 2013 -debutando dentro de la Copa Suzuki Swift, Cristian García protagonizó una de las escaladas de progresión de mayor envergadura que se recuerde en los últimos años del nacional. Acompañado por su pareja Rebeca Liso, en sólo tres años, el piloto de Zaragoza ya era campeón de España absoluto. Un año después de su llegada al campeonato, García cautivó la mirada de Roberto Méndez.
Su buen papel en la Beca R2, que organizaba por aquel entonces el equipo leonés, le abrió las puertas a competir con un Mitsubishi. Vehículo con el que en 2016 -bajo al amparo del equipo oficial Mitsubishi-Repsol- lograba alcanzar el éxito. En ese mismo año, la firma asiática decidía retirar su apuesta por los rallyes, llevando a Cristian García a trabajar para sacarse de la chistera otro nuevo programa.
Con el apoyo de RMC y Daniel Alonso, el piloto maño consiguió acceder a un programa con un Ford Fiesta R5. Una temporada que comenzaba de la mejor de las maneras, liderando el CERA, pero que empezaba a truncarse en Ferrol, donde una salida de pista le complicaba las cuentas. Dos rallyes después, en Llanes, García disputaba su última carrera en el campeonato español, con la mirada puesta ya en Catalunya, donde debutaría en el WRC2.
Su resultado fue satisfactorio, más si cabe si tenemos en cuenta su escasa formación en tierra. Aún así, desde aquel entonces García no pudo volver a sacar un programa adelante, situación que le tiene apartado de la competición -salvo alguna participación esporádica en el regional- desde hace ahora un año. Como es lógico, la afición lamenta la ausencia en los tramos de uno de los jóvenes más rápidos que han pasado por el certamen en los últimos años.
La cita llanisca fue su última aparición nacional hasta el momento, dentro de un certamen que sí echa de menos al bueno de Cristian García, más si cabe cuando en las listas vemos a otros jóvenes con los que nos gustaría verle enfrentado. Con su eterna sonrisa, el maño fue atizando varios mazazos que le llevaron a cosechar un nutrido palmarés en muy poco tiempo.