El instinto de competición es algo que a veces vuelve una vez retirado un piloto – por no decir que a algunos nunca se les termina de marchar mientras tengan fuerzas en su cuerpo. En el panorama de rallyes en España estamos asistiendo a un verdadero resurgir de viejos rockeros que están siendo capaces de pelear en los tramos muchos años después de sus tiempos mozos.
Uno de los casos más destacados hoy día es el de Dani Solà, que retomó las carreras el año pasado con MC Racing con un BMW M3 E30. Aseguró que estaba dispuesto a volverse a poner en forma si lograba tener un programa completo y en 2018 todo se ha ido encauzando. Primero fue el apartado de raids, donde de repente se vio al frente de su categoría en la Baja Aragón y lograba no solo ganarla, sino conseguir un pase para el Dakar 2019 teniendo ya la inscripción pagada.
Pero la gran sorpresa ha sido poder verle en el Princesa de Asturias, con Marc Martí y un vehículo de primera categoría como es el Skoda Fabia R5 de MC Racing – será ahora cuando pueda experimentar la diferencia entre los coches con los que corrió en la pasada década – sea el Citroën C2 S1600 que le hizo campeón nacional, el Saxo S1600 que le dio el título del JWRC o los coches que llevó como piloto oficial en el Mundial de Rallyes. Auto-Laca ha sido quien lo ha hecho posible a última hora, siendo también una estructura que parecía pertenecer al pasado después de que anunciase el cese de sus actividades.
También en estos años hemos podido ver cómo Daniel Alonso empezaba a correr de nuevo, primero con vehículos históricos con su propia estructura Past-Racing y ahora corriendo en el Nacional de Tierra y algunas pruebas concretas del Nacional de Asfalto. En el Princesa de Asturias también correrá – y de nuevo con Salvador Belzunces, rememorando su primera victoria en el CERA hace 25 años.
Otros veteranos en activo son los hermanos Vallejo, quienes una vez finalizada su trayectoria en la primera línea del CERA han decidido pasarse a la tierra con lo que mejor saben hacer, pilotar el espectacular Porsche 997 GT3. Aunque no compiten por victorias absolutas, siguen siendo rápidos con el GT de tracción trasera, algo nada fácil de conseguir en tramos de tierra frente a tantos vehículos con tracción total como se están viendo en el CERT, tanto R5 como N5 o los Mitsubishi Lancer Evolution que siguen compitiendo.
En el CERA pueden verse dos casos que no solo siguen corriendo sino que apenas han parado en una larga trayectoria deportiva que se extiende a lo largo de tres décadas: se trata de Miguel Fuster y Joan Vinyes. En el primer caso ya son cinco los campeonatos conseguidos y entra en la segunda mitad del año liderando la clasificación en puntos netos, pudiendo optar al sexto con la nueva estructura Llanes Motorsport. Fuster ha sido piloto de Peugeot, Citroën, Renault (en dos ocasiones) y Abarth, pilotando ahora un Ford Fiesta R5 con la estructura llanisca apoyándole.
En lo que respecta a Vinyes, el andorrano proveniente de turismos desembarcó en rallyes a finales de los noventa y poco a poco se fue creciendo, llegando a ser subcampeón tanto en tierra como en asfalto. Desde 2010 ha sido piloto oficial de Suzuki, parando solo tras el accidente que le acarreó lesiones en su mano para volver a finales de la temporada 2016. Su ritmo de por sí siempre es rápido, pero en condiciones de suelo mixto es un rival a tener en cuenta para la victoria como ya ha demostrado en tantas y tantas ocasiones.
Otro de los rockeros, y este en un sentido algo más literal (por su afición a la guitarra eléctrica) es Esteban Vallín, quien regresa al panorama nacional como embajador de la nueva Volant FAPA. El asturiano fue parte de la escuela de Carlos Sainz, habiendo logrado varios títulos como los de Dos Ruedas Motrices y R2 cuando formó parte de la estructura del Opel Motorsport Team Spain.
Después de haber pasado el año 2017 como coche 0 en el Nacional de Asfalto, Luis Climent pudo correr varias pruebas del Nacional de Tierra con diversas monturas, llegando a rodar en las posiciones de cabeza en alguna ocasión. El campeón del CERA en 1996 ha demostrado que sigue siendo capaz de ir rápido pese al tiempo que lleva sin competir, aunque de momento la falta de apoyos ha conllevado que (salvo sorpresa) no termine la temporada del CERT.
Si uno estudia el país región por región también se va encontrando casos de pilotos en activo hoy que comenzaron su carrera en los noventa e incluso en los ochenta, como es el caso de José Luis Toril, ex campeón andaluz. Siempre resulta especial ver cómo pilotos de antaño siguen volviendo a sentarse detrás de un volante, más aún cuando consiguen mantenerse con capacidades de pelear.