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El estreno del Nacional de Tierra 2016 fue testigo de la competitividad que, pese a los años, continúa manteniendo uno de los vehículos con más pedigrí de la historia de los rallyes: el Mitsubishi Lancer Evolution. Tanto el ganador del Rallye Tierras Altas de Lorca Jorge del Cid como el segundo clasificado Marcos González llegaron al podio de manos de sus respectivos Lancer Evo X y Evo IX Proto por delante del Citroën DS3 R5 de Alexander Villanueva.
Del Cid llegaba como uno de los firmes candidatos a la victoria, progresando tras un 2015 en el que estuvo también arriba peleando contra Villanueva, Nani Roma o Amador Vidal (quienes no estuvieron presentes en Lorca). Villanueva y su nuevo R5 eran también favoritos a la victoria, aunque le faltaba el rodaje que tenía previsto realizar en el Rallye de Suecia – prueba que decidió abandonar días antes de la prueba, cuando ya tenía el coche allí. Del Cid, con el único N+ presente en la prueba, tuvo un ritmo veloz y constante a lo largo del día, decidiendo la prueba en el segundo bucle (tramos B1 y C1).
Ahora bien, la sorpresa del día la dio González con el Evo IX Proto preparado por GC Motorsport, alzándose por delante de todos los Evo X y otros habituales del Nacional de Tierra. El piloto canario avisó desde los primeros compases al marcar el scratch por delante de del Cid, logrando otro scratch más en el segundo bucle a la vez que mantenía a raya a Villanueva.
Por detrás de Villanueva quedaron otros R5 como Juan Carlos Aguado (en la primera aparición del Fiesta R5 Evo en España), Gustavo Sosa o el Fiesta R5+ de Carlos Aldecoa. David Quijada se anotó la séptima posición con otro Lancer Evo IX Proto, mientras que por detrás llegaron los Lancer del Grupo N como Juan Carlos Quintana, Edu Forés o Gorka Eizmendi, superando incluso a más Proto presentes en la prueba murciana.
En parte la propia naturaleza de los tramos lorquinos tuvo que ver en este alzamiento de la casa de los tres diamantes, pues son propicios para coches como los Evo. No obstante, a lo largo de las últimas temporadas del Mundial de Rallyes y el Europeo de Rallyes ha quedado demostrado que el potencial competitivo de los R5 suele estar un nivel por encima del que suelen mostrar los Mitsubishi.