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Un solo error, un despiste, una falla en la concentración del piloto puede suponer la diferencia entre los segundos necesarios para ganar y la alegría para el chapista de confianza. El Rallye de Finlandia agudiza esa escasa diferencia hasta el extremo, pues en los bosques cercanos a Jyväskylä varios pilotos de talla internacional han caído durante la primera jornada del rallye.
Ya en el shakedown Thierry Neuville demostraba que pasarse de frenada no era la mejor de las ideas en estos tramos de gravilla – del mismo modo que Craig Breen, hasta hace poco líder del Campeonato Europeo de Rallyes, acababa su sesión con un vuelco. Se auguraban bastantes accidentes y, aunque en WRC no hubo una gran cantidad, muchos pilotos WRC2 sufrieron – Eric Camilli, Sander Pärn, Eyvind Brynildsen y Pontus Tidemand tuvieron accidentes de mayor gravedad, los dos primeros casos llegando a abandonar.
A lo largo de la tarde el desgaste se notó en los pilotos de la máxima categoría: primero era Andreas Mikkelsen quien en el TC-5 cometía un error y destrozaba su Volkswagen Polo R WRC contra la naturaleza escandinava. Más tarde Hayden Paddon, en un intento de luchar por posición a la vez que controlaba su nervioso Hyundai i20 WRC, acabó también acompañando a Mikkelsen al chocar de manera violenta – en ambos casos el daño fue de tal gravedad para el coche que no podrán reengancharse en el resto del rallye. Por suerte, en ambos casos no hubo heridas que lamentar.