Unai García llegaba a Pozoblanco con una ventaja considerable al frente de la Copa Kobe Motor. Sus rivales partían con la obligación de disminuir esa diferencia. No había otra forma de incomodarle para la fase final de la temporada. Además, la cita cordobesa tenía un punto a favor del grupo perseguidor. Todos competían en los caminos de su Andalucía natal. La racha triunfal del líder fue amenazada, pero no truncada.
Francisco Puertas comenzó la prueba de casa con un ritmo imponente. Logró el scratch en el tramo de apertura y mantuvo la primera posición en los dos siguientes. Estaba a punto de entrar en la historia de la monomarca nipona. Con diecisiete años podría anotarse un triunfo sin precedentes. Sin embargo, el fragor de la batalla se llevó por delante esa posibilidad con una salida de carretera en la última especial de la mañana.
La experiencia de García se hizo notar en la pugna con el joven almeriense. El vasco le aplicó una presión constante que no consiguió soportar. Con el abandono del piloto local, el bicampeón de la Copa Kobe Motor heredó una batuta de mando que no cedería. Salvador España permaneció a la expectativa, esperando un error para quebrantar su imbatibilidad. No dispuso de la oportunidad. Rubén Segura completó el podio.