Daniel Alonso consiguió la tercera posición en el Rallye Costa Tropical, lo que marcó su primer podio en el Nacional de Tierra, añadiéndose a sus éxitos recientes en el Campeonato de España de Históricos. El veterano asturiano ha recordado nada menos que su debut a nivel nacional cuando empezó a correr hace tres décadas con un Seat Marbella.
Daniel, consigues un tercer puesto con el que terminas la temporada de lujo, ¿no?
“Bueno, es un tercer puesto que ha sido producto de falta de equipos que no han venido aquí y he aprovechado mi oportunidad. Este año el objetivo era aprender en la tierra, yo solamente corrí en el año 1988 en tierra y quería experimentar la tierra con un World Rally Car y yo no me esperaba hacer este resultado. Le debo mucho a mi copiloto Cándido Carrera, porque la verdad es que tiene un ritmo de carrera, una seguridad que desarrolla y que me ha empujado hacia delante.
Estábamos al segundo contra Willy Villanueva, al final tuvo un problema mecánico…el último tramo fue terrible, tuvimos un pinchazo, le pegamos a varios taludes, parecía más un autocross para mí que un tramo cronometrado. Me ha sido difícil acabar, no sabía acabado tercero y como no sé si voy a poder quedar tercero muchas veces más es para mí un motivo de gran alegría.”
También quería comentarte aquel debut en 1988, con el Marbella. ¿Te ha traído muchos recuerdos?
“¡Sin duda! El 1988 fue mi primer año, yo le compré el coche a Enric Burrull (quien llegó a ser piloto oficial de Citroën unos años después). Con ese coche había quedado campeón de la Copa Marbella en el campeonato de España el año anterior. Yo le compré su coche, me acuerdo que me costó 750.000 pesetas. Hice ese año y obtuve mi primer resultado en Lérida, corríamos 45 Marbellas todos iguales. Una experiencia muy bonita, pero después no volví a correr más en tierra.
“Entonces para mí, en 2017, volver a la tierra con 52 años es un poco especial. ¡Y con un WRC ni te cuento!”. Este es un campeonato muy bonito, es un ambiente muy agradable, después la tierra es muy divertida. Puedes acabar tercero, segundo, primero o el catorce, al final lo pasas bien.”
¡Y con ese Ford Fiesta RS WRC, te lo pasas aún mejor!
*Sonríe* “Es que para mí es un sueño, en España tengo el Focus WRC y el Escort WRC, los tres World Rally Car no los tiene nadie más en España. Para mí, poder correr con este coche es un sueño, es como una especie de tanque. Da igual que te salgas, una cuneta…lo traga todo. Es un vehículo espectacular, sé que es un coche superior al resto de coches que corren en este campeonato, pero también es verdad que es un campeonato abierto a muchos coches y creo que es bueno para el campeonato tener coches como el mío.”
¿Te has visto evolucionando mucho sobre tierra a lo largo del rallye?
“Hemos mejorado mucho a lo largo del rallye y a lo largo de las últimas pruebas. Corrí en Lorca, donde el scratch me sacaba 4 o 5 segundos por kilómetro, en Navarra la tónica fue parecida, unos 3 por kilómetro. En Arzúa pegué un salto de calidad y en dos tramos estaba a 2 por kilómetros y ya en este rallye hemos estado más cerca de la cabeza, a un kilómetro por tramo algunas veces.”
“Evidentemente, lo bonito de esto es que notas progresión, te estás esforzando, el coche es un gran coche pero el piloto tiene que ir a tono con el coche. Entonces, noto que estoy mejorando y estoy muy contento, porque este resultado me anima todavía más si cabe a que el año que viene pueda disfrutar y al mismo tiempo hacer unos resultados dignos.”
Para el año que viene, de momento no hay nada cerrado, ¿no?
“Bueno, para el año que viene hay dos líneas: por un lado la mía propia y por otro la de mis pilotos protegidos. En un principio estamos todavía trabajando sobre eso. Yo creo que sí correré la tierra con seguridad y correré el campeonato de históricos, tanto de Europa como de España, y mis protegidos…aún no te puedo decir nada.”