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El tiempo vuela, nunca mejor dicho. Hace justo un año un servidor y los pocos periodistas españoles desplazados a Gales para cubrir la cita británica del Mundial de Rallyes pudimos disfrutar, en primera persona, de la consagración del nuevo aspirante español a llegar a la élite del Campeonato del Mundo, Jan Solans.
El Rallye de Gales GB 2019 tuvo de todo, emoción, lluvia y mucho barro, es decir, los ingredientes básicos de cualquier ‘RAC’ británico que se diga. Además, los españoles teníamos nuestras miradas puestas siempre en el Junior WRC, donde Solans y Mauro Barreiro se jugaron, a cara de perro, el título con el sueco Tom Kristensson.
El ‘pinsà’, que debutaba en esta prueba, no se arrugó nunca y desde el primer momento le plantó cara al nórdico. El toma y daca fue constante entre ambos, con diferencias mínimas, hasta que Kristensson no soportó la presión y cometió un fallo que le hizo perder un tiempo irrecuperable respecto al de Matadepera.
“Teníamos una estrategia antes del rallye, un plan, y se cumplió a la perfección. Sabía que era muy difícil que ninguno de los que nos jugábamos el campeonato no cometiese un error y así fue. A partir de ese momento nos dedicamos a conservar las diferencias para ganar el rallye y el campeonato”, nos explicó el menor de los Solans tras coronarse campeón del mundo junior.
Ya ha pasado un año, un año marcado por la Covid-19, modificando en gran parte la hoja de ruta marcada por Jan y guiada por Carlos Sainz. Pese a la incertidumbre de esta temporada atípica, el nuevo piloto de Ford España ha conseguido sacar adelante un programa ambicioso que este fin de semana le llevará de vuelta a Cerdeña, la isla donde el año pasado logró su primera victoria en el Junior WRC y que le sirvió para darse cuenta de que tenía el talento y la velocidad para ‘campeonar’ en su primer intento en el mundial. Esperemos que el ‘Pinsà’ despliegue nuevamente sus alas a orillas del Mediterráneo y pueda hacer bueno el eslogan de su patrocinador.
