Tras la irrupción del Súper Campeonato de España de Rallyes el certamen que ha quedado más tocado ha sido el CERA, o por lo menos es la sensación que da.
La nueva apuesta de la RFEdeA ha llegado para quedarse, un certamen mixto era casi obligatorio si queríamos formar a nuestras nuevas generaciones de pilotos en lo que se encontrarán en su carrera internacional. Cancelar semejante apuesta porque uno de los campeonatos establecidos hasta ahora se quede “cojo” no está en los planes, que está vez sí, parecen a medio y largo plazo.
Que la copa de promoción más longeva, La Copa Suzuki Swift, tras más de una década y tras el lanzamiento de su tercer vehículo, esté en números récord, no es un síntoma de crisis
La memoria que solemos tener los aficionados, excepto para los datos que nos interesan, suele ser pobre. Tendemos a pensar que todo tiempo pasado fue mejor, cuando analizándolo fríamente no fue siempre así. Nos echamos las manos a la cabeza cuando pensamos que una inscripción como la del pasado Rally do Cocido es un “pinchazo”. Un plantel con un número de R5 que hace unos años ni soñábamos, con dos equipos oficiales de los de verdad, Suzuki y Citroën, y otra marca, Hyundai, volcada en el apoyo a los equipos que confían en ella, una copa de promoción, la más longeva en la actualidad que tras más de una década está en su mejor momento de inscripción una vez lanzado ya el tercer vehículo de la misma y una organización, la de la Escudería Lalín – Deza, que en su segunda temporada en el CERA sigue innovando con sus propuestas deportivas, organizativas y de promoción. Con todos estos detalles ¿podemos afirmar que estamos peor que hace, por ejemplo, cuatro años?
A todos nos gustaría que el panorama fuera aún mejor y sobre todo más atrayente para público y grandes patrocinadores, pero la tendencia sigue siendo buena y al alza. El SCER es un rival fuerte y serio para CERA y CERT, que encima se nutre de las estructuras de ambos. El de Tierra tiene desde hace ya unos años una personalidad clara y que se demuestra de éxito. Es al de Asfalto al que le toca trabajar. Es hora de que todos los implicados, organizadores, deportistas y federaciones, se reúnan y busquen las soluciones para hacer crecer el CERA incluso en tiempo de dura competencia. Es hora de replantearse el calendario, el espectáculo y la competición. Habrá que buscar fórmulas para que las inscripciones a las pruebas lleguen a los mínimos necesarios para que las organizaciones puedan hacer un trabajo profesional. Cómo se puede conseguir eso, ¿ampliando la lista de vehículos admitidos?, ¿favoreciendo que copas regionales puedan realizar pruebas extracomunitarias sin cambio de licencia?, ¿buscando el reclamo de premios específicos para las categorías más deseadas?, hay muchos frentes donde actuar y muchos de ellos deberían ser más factibles de lo que parecen. Toca trabajar.
Dos desafíos que necesitan mucha imaginación son el de ahorro de costes y el de la promoción, sin los que el resto de medidas puede que no funcionen.
Los otros dos desafíos importantes donde actuar son igualmente imaginativos y sobre todo necesarios. Por un lado potenciar la reducción de costes mediante economías de escala sacando a concurso servicios comunes en todas las pruebas y que de esta manera pueden salir más económicos y dar una misma imagen a todo el CERA, algo de un enorme valor. Servicios comunes como cartelería, programas, merchandising, cronometraje, seguros y un sinfín de cosas que negociados en conjunto pueden traer ahorro de costes para todos. Y por otro lado, el más importante, necesario y definitivo de todas, la promoción global del Campeonato y no como hasta ahora, cada club por su cuenta. La atomización hace que el producto se termine perdiendo y que su promoción no llegue a una totalidad, que es el objetivo. Sin la adecuada promoción no habrá repercusión, no habrá patrocinios interesados en el producto.
Si el CERA no se organiza como un verdadero Campeonato alrededor de sus organizadores, si no pule los defectos que tiene, tendrá una dura competencia, no sólo en el SCER sino en los regionales más potentes. Si no utiliza la imaginación para competir con esas amenazas, podría estar en entredicho su supervivencia.