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El milagro del Rallye Barum, pendiente no solo de las medidas tras la pandemia del coronavirus sino también de las consecuencias económicas que lo habían dejado en situación de jaque, no se ha podido llevar a cabo y se ha convertido en jaque mate. No habrá prueba checa del Campeonato Europeo de Rallyes en 2020, posponiéndose hasta 2021 tal como se ha revelado en la rueda de prensa oficial durante la mañana del miércoles 1 de julio.
Días atrás los organizadores de la prueba, que iba a cumplir su edición número 50, difundían un escrito en el cual admitían serios problemas económicos debido a los efectos colaterales de la pandemia, relacionados también con los apoyos de patrocinadores. Necesitaban unos 140.000 euros de parte de sus fans, habiendo recaudado casi un tercio de esta cantidad en las horas siguientes al anuncio.
El ERC pierde de este modo el que iba a ser su tercera prueba del año y segundo rallye de asfalto de la temporada tras el Rallye di Roma Capitale (24-26 de julio) y el Rallye de Liepaja (14-16 de agosto). El Barum estaba previsto para los días 28-30 de agosto, reduciéndose así el calendario a seis pruebas después de que también se cayera del calendario el Rallye de Polonia.
El Barum es además el coto de caza privado de la gran marca local, Skoda Motorsport, así como para el gran dominador del campeonato checo y quien fuera tiempo atrás ex campeón europeo: Jan Kopecky. Para cumplir de una manera especial el medio centenar, los preparativos previstos por la organización del rallye para este año se pospondrán al próximo 2021 de un modo similar a otros eventos que han tenido que tomar una decisión similar en las últimas semanas y meses.