Entre los 563 inscritos para la 42ª edición del Dakar (5-17 de enero) que debuta en Arabia Saudí, destacan cuatro miembros de la Armada Española. Así, Carlos Sainz, Nani Roma, con el debutante Fernando Alonso, todos ellos en la categoría de coches, junto a Laia Sanz en motos, constituyen nuestras mayores bazas de éxito.
Obviamente, este selecto grupo está liderado por el bicampeón del raid, Carlos Sainz. Al volante de su Mini John Cooper Works, el madrileño buscará su tercera corona tras las de 2010 y 2018. Además desea ampliar de los 55 a los 57 años el récord del ganador más veterano, que él mismo estableció en su último triunfo.
Para tratar de alcanzarlo, estará acompañado un curso más por Lucas Cruz, uno de los mejores navegantes del panorama internacional. Sin duda, la pareja del X-Raid constituirán la principal fuerza de oposición a Nasser Al-Attiyah, el líder de Toyota y gran favorito para revalidar el título del curso pasado a los mandos de su Hilux V8.
Otro de los nombres propios en las cuatro ruedas vendrá de la mano de Nani Roma. El de Folguerolas emprende un nuevo proyecto con la estructura Borward. Competirá con el modelo BX 7 Evo, el cual todavía tiene mucha juventud y margen de desarrollo por delante. Ese hándicap podría compensarlo -al menos parcialmente- con su estilo de conducción, sobria pero eficaz.
Formará pareja con su nuevo copiloto, Dani Oliveras. Precisamente, el grado de compenetración que alcancen ambos resultará una de las claves. Dada la calidad y experiencia del ganador del raid en 2004 (motos) y 2014 (coches), no es de extrañar que se le considere a Roma el ‘tapado’ de la prueba. Podría dar la sorpresa.
En cuanto a Fernando Alonso, se ha convertido en la estrella mediática desde su llegada a Oriente Medio. El asturiano, que ha acaparado todos los focos de la prueba aumentando aún más la repercusión planetaria del raid, encara un reto mayúsculo. El ovetense sigue así los pasos de otros corredores de Fórmula 1, como el belga Jackie Ickx, campeón en el Dakar de 1983.
Enrolado en el potente equipo Toyota GAZOO Racing, conducirá un Hilux V8 oficial. Se trata del mismo modelo que los japoneses han puesto en las manos del favorito, Nasser-Al Attiyah, para que defienda su título de 2019. Por tanto, si no se dedica a dar gas a fondo, Alonso podría tener una actuación destacada, quizás rozando los diez primeros de la General. No obstante, se muestra muy precavido al afirmar que “si el piloto más laureado en la Historia de los Rallyes (Loeb), no ha ganado nunca el Dakar, yo menos”.
Aunque Alonso y Coma llegan con un déficit de rodaje, han aprovechado al máximo cada metro que han compartido juntos. Una de las incógnitas residirá en conocer la capacidad de coordinación que alcanzan en el habitáculo de su vehículo. No se puede obviar que Marc nunca ha ejercido como copiloto en un coche en el mítico raid.
Sin embargo, la experiencia -y éxitos- que atesora como pentacampeón (2006, 2009, 2011, 2014, 2015) en motos y a nivel organizativo, ya que ejerció de director deportivo de la prueba, unido a sus grandes conocimientos de mecánica, le avalan sobradamente para este desafío.
Pasando a las dos ruedas, Laia Sanz se presenta un año más como una de las puntas de lanza de la expedición nacional. En esta ocasión, se subirá a una GasGas. De este modo KTM, ahora propietaria de la firma española, quiere potenciar su aimgan con la participación de dicho fabricante de la Península Ibérica. Cabe recordar que la corredora catalana continúa perteneciendo a la estructura del fabricante austrico.
En cuanto a sus pronósticos de cara a la carrera, y como ella misma ha reconocido, “el primer objetivo es acabar”. Si lo logra, será su décimo Dakar consecutivo en el que cruza la meta. No obstante, sabedores de su espíritu competitivo, querrá acabar en el top 15 o quizás en el top 10, su habitual meta.
De hecho, en la pasada edición donde participó mermada físicamente tras una enfermedad que la mantuvo en cama hasta poco antes de la salida, finalizó decimosegunda. Volverá a ser la mejor mujer y soñará con superar el noveno de 2016, antes de afrontar nuevas aventuras.