Peterhansel se alza ante el caos en las dunas

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Stéphane Peterhansel ha logrado una victoria con la que se coloca en solitario para ganar la edición 2016 del Dakar. La travesía por el desierto de Fiambala le ha dejado a una hora de su rival más próximo, Nasser Al-Attiyah, después de que Carlos Sainz sufriera una rotura de la carcasa de la caja de cambios y se quedara parado a treinta kilómetros de la meta.
 

La organización introducía cambios de cara a esta etapa, uno bueno y otro algo más extraño: el primero era una zona de neutralización de 500 metros en los que pudieron hidratarse y reponer fuerzas (con el fin de evitarse los problemas vistos en la etapa nueve, que hizo sufrir a una gran cantidad de pilotos a cincuenta grados al sol). El cambio extraño fue disponer la salida en función de los tiempos de scratch, lo que hizo salir primero a cinco motos y después a Sainz – el madrileño tendría que hacer una dura labor de navegación mientras que todos sus rivales podían seguirle e incluso mejorar su ruta.
 

Así comenzó la disparatada etapa diez, que comenzaba en Belén (Argentina) y terminaba en La Rioja (Argentina). Los Mini tuvieron una salida algo menos que óptima, pues Nasser Al-Attiyah volcó al poco de comenzar y Erik Van Loon se quedaba parado – Al-Attiyah tuvo que dar la vuelta a su All4Racing ya que el siguiente X-Raid en salir era Orlando Terranova, media hora después que él. Van Loon volvería a pararse unos kilómetros después, mientras que Mikko Hirvonen perdía algo de tiempo.
 
 

Por otro lado, Sainz se perdía camino al WP y era adelantado por Giniel de Villiers y Hirvonen después de sufrir un pinchazo. Tras cambiar el neumático, El Matador se lanzó a por sus rivales, colocándose tercero por detrás de Cyril Després y un Peterhansel que también se había perdido durante un tiempo. Por detrás de los Peugeot, ante la ausencia de X-Raid y Toyota, llegaba Mark Corbett con su modesto buggy Century en cuarta posición provisional.
 

Antes de llegar a la zona neutralizada, Sainz perdió dos minutos al quedarse atascado, según la ASO, pero los espectadores pronto atestiguaban cómo el 2008 DKR 16 con el dorsal 303 sonaba de manera poco habitual con respecto a sus compañeros de equipo. Este sonido continuaba después de atravesar los quinientos metros neutralizados.
 

El sonido en cuestión resultó ser la carcasa de la caja de cambios, que se rompía y dejaba al madrileño sin opción a luchar por la victoria contra Peterhansel. Sainz se quedó a treinta kilómetros de la meta, sin que Després (quien estaba lejos de la lucha) se detuviera para remolcarlo hasta el vivac.
 
 

Al-Attiyah volvió a detenerse con un golpe en el kilómetro 180 – acabaría con el coche destrozado por todos lados a más de cincuenta minutos de la cabeza. No obstante, sus problemas eran pocos comparados con los de Yazeed Al-Rajhi, quien cedía hasta tres horas y media de diferencia al entrar en meta. Por detrás, Vladimir Vasilyev, Nani Roma llegaban a la zona neutralizada tercero y cuarto, mientras que Loeb se colocaba primero en el WP2 pero poco después la ASO anunciaba que el alsaciano se había quedado atascado en unas dunas.
 

Peterhansel, escondido tras el polvo de De Villiers, llegaba a meta con un tiempo de 3:58:32, con Després a unos cinco minutos de diferencia. Durante las horas siguientes, fruto de la extraña decisión de la ASO, apenas llegaron coches, lo cual alargó la indecisión acerca de los resultados finales. Vasilyev se anotaba la tercera posición por delante de Roma, Loeb (quien acumuló dos pinchazos y un vuelco, además de calar el motor en uno de los atascos con la arena) y De Villiers.
 

La siguiente etapa, undécima y antepenúltima de esta edición, llevará a los participantes de La Rioja hasta San Juan, donde comenzará el viaje de vuelta. Peterhansel tiene una hora de ventaja con Al-Attiyah y la victoria final bastante cerca, pero primero ha de aguantar hasta Rosario – y eso podría ser complicado, sin tener en cuenta la decisión de X-Raid de recurrir la sanción desestimada a Peterhansel al Tribunal de Apelación de la FIA.