La inexperiencia con el Audi RS Q e-tron en carrera la pagó muy cara. Mientras mostraba un ritmo competitivo en los primeros waypoint con el innovador vehículo híbrido de la firma alemana, tomó una compresión a una velocidad inasumible para la suspensión trasera izquierda de un todoterreno que no equipa amortiguadores doble. La severidad de los daños le hizo esperar al camión de asistencia y despedirse del 15º triunfo.
Nunca es plato de buen gusto un abandono en la primera etapa de una prueba que se prepara durante todo un año, pero es lo que ha debido asimilar Stéphane Peterhansel, el piloto más laureado en la historia del Rally Dakar, que ahora se enfoca en los resultados parciales: "Espero que logremos ganar etapas de aquí al final de la prueba. Hoy ha sido un día un tanto particular, creo que nunca había salido desde tan atrás".
Mañana partirá a la especial en torno a la localidad de Al Qaisumah en cuarta posición, por detrás de Sébastien Loeb, Nasser Al-Attiyah y Carlos Sainz. Hoy el francés no se encontró del todo cómodo con el estado del firme a su paso: "La arena estaba muy revuelta después del paso de tantos vehículos y notábamos el coche muy pesado. Pilotar en condiciones así consume mucho y resulta difícil comparar los tiempos".