Sólo 52 segundos. Esa ha sido la escueta diferencia entre Nasser Al-Attiyah y Carlos Sainz tras la disputa de los 375 km cronometrados que han llevado a los equipos de Sakaka a Neom. Esta es la muestra de la gran igualdad que está siendo la protagonista de esta edición del Rally Dakar.
El qatarí ha hecho valer la tracción total de su Toyota Hilux para llevarse la victoria en la segunda parte de la etapa maratón y situarse a 4’50’’ del líder de la general, Stéphane Peterhansel.
Por su parte, Carlos Sainz ha cuajado una buena actuación, pero no ha podido recortar muchas diferencias respecto a su compañero y líder de la prueba. El madrileño se mantiene tercero de la general a 38’55’’.
Tras el susto y reparación de emergencia de ayer, cuando rompió un brazo de suspensión de su MINI en la parte final, Peterhansel ha controlado como él sólo sabe la carrera para llegar a la meta de esta octava especial sin ceder mucho terreno con sus perseguidores. Es un zorro viejo y en el Dakar, no hay nadie mejor que él.
Por detrás del trío que domina la cita saudí, Jakub Pryzogonski ha sido cuarto seguido del ruso de X-Raid, Vladimir Vasilyev. Mientras que Joan ‘Nani’ Roma ha terminado duodécimo dejándose más de media hora con el prototipo BRX T1 Hunter de Prodrive.
Peor fortuna ha corrido su compañero de equipo, Sébastien Loeb, que ha sufrido un doble pinchazo que le ha dejado sin ruedas de recambio para continuar y está parado en medio de la pista esperando ayuda para poder continuar.