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La FIA está estudiando la legalidad de algunos componentes del Toyota Yaris WRC después del proceso de homologación. Según el medio germano Rallye Magazin, hay algunos componentes que no terminan de estar conforme a la normativa del Campeonato Mundial de Rallyes tanto en la parte trasera como en el propulsor del coche de Jari-Matti Latvala y Juho Hänninen.
En la parte trasera, la distancia entre la parte baja del coche y los anclajes superiores de los amortiguadores traseros son más largos de lo estipulado – esto ha de ser cambiado d cara al Rallye de Suecia. En lo que al motor concierne, las válvulas han de ser cambiadas ya que están fabricadas con un material no autorizado según el medio Motorsport Aktuell: ya que se trata de un aspecto del coche más delicado (puesto que hay que reconstruir el propulsor), la FIA ha dado un plazo mayor, pudiendo cambiarse de cara al Rallye de México.
Durante la verificación de los nuevos World Rally Cars antes del Rallye de Monte-Carlo ya se realizaron estas observaciones – Tommi Mäkinen no realizó ninguna declaración ante la prensa al respecto. Pese a todo, los Yaris WRC pudieron salir a la sesión de shakedown y competir, consiguiendo Latvala la segunda posición teniendo en cuenta que ninguno de los dos casos no son violaciones flagrantes del código técnico del mundial.
El diseño del Yaris WRC es, incluso entre los nuevos World Rally Cars, uno de los más agresivos y espectaculares, teniendo una característica parte trasera que poco recuerda al Yaris de producción. La suspensión fue uno de los aspectos que dio algún problema durante los test realizados en 2016, pero la fiabilidad del Yaris WRC en Monte-Carlo apenas falló ni a Latvala (salvo por un problema de encendido el viernes por la mañana) ni a Hänninen.