Sabor agridulce el que se llevaron Eduard Pons y su copiloto Jaume Betriu de su participación el pasado fin de semana en la Baja Jordania. Los catalanes demostraron ritmo y velocidad para adjudicarse la categoría Challenger, pero un inesperado pinchazo les hizo perder unos valiosos minutos que les impidieron estar en la pomada por el triunfo. Al final, el segundo puesto permitió a Pons salvar el liderato de la Copa del Mundo FIA de Bajas empatado a puntos con el segundo clasificado a falta de una sola prueba por disputarse.
Todo empezó muy bien en la jornada del jueves, cuando los equipos participantes disputaron una corta prólogo en la que el ilerdense fue el segundo más rápido con su Taurus T3 Max. El coche, con el nuevo propulsor que le instalaron los técnicos del equipo Nasser Racing en los días previos, se mostró competitivo desde el primer kilómetro de carrera en el temido desierto de Wadi Rum.
Con el cambio de itinerario a última hora debido al conflicto bélico que azota la región en Oriente Próximo, los organizadores de la Baja Jordania presentaron tres especiales con muy pocas dunas, con zonas más pedregosas y angostas por múltiples cañones. En estas condiciones, un inesperado pinchazo fue la clave para que la dupla Pons / Betriu cediese más de diez minutos en la primera especial del viernes respecto a su máximo rival en la pelea por el título mundial, Khalid Aljafla.
“Empezamos bien, con excelentes sensaciones en la prólogo. Pero en el primer tramo tuvimos un pinchazo que nos lastró toda la prueba. Creíamos que íbamos bien con las presiones de los neumáticos, pero aun así pinchamos. Fue una lástima, me sentía muy cómodo con el coche, sabía que íbamos a ser competitivos y podríamos haber peleado por el triunfo hasta el final de no haber sucedido este contratiempo. Así son las carreras”, comentó, reflexivo, Eduard Pons al término de la jornada.
Después del contratiempo, Eduard Pons, muy bien navegado por Jaume Betriu, completó una fabulosa remontada para finalizar en una más que meritoria segunda posición de la categoría Challenger a menos de nueve minutos del vencedor, además de terminar quinto absoluto. “Era vital acabar lo más arriba posible. Al final, el segundo puesto nos permite salir de aquí como colíderes de la clasificación general. Nuestras opciones al título siguen muy vivas y casi hemos asegurado el subcampeonato como mínimo. Hay que ser positivos y preparar al máximo la última carrera del año”, añadió el ilerdense.
Tras siete pruebas repartidas a lo largo y ancho de algunos de los desiertos más duros del mundo, la clase Challenger de la Copa del Mundo FIA de Bajas 2024 se decidirá en la última cita, la Baja Internacional de Dubái. En ella, tanto Pons como Aljafla llegarán empatados a 187 puntos al frente de la general, aunque el catalán es primero debido a sus dos triunfos por el único que ha cosechado el piloto emiratí, precisamente en Jordania. Además, el piloto de Lleida es tercero en la clasificación general absoluta del certamen mundial, posición que también tratará de defender en los Emiratos Árabes Unidos.
“Será una gran final en casa de nuestro rival. Confiamos en nuestro potencial, sabemos que podemos ser competitivos en todos los terrenos y prepararemos de la mejor forma posible este último asalto. Haremos algún test previo sobre arena y dunas, y saldremos con las máximas garantías para pelear hasta el final por un título mundial que nos haría muchísima ilusión traer a casa”, concluyó un Eduard Pons que sabe que quien quede por delante en su duelo particular será coronado campeón en Dubái, prueba que se disputará del 28 de noviembre al 1 de diciembre.
