EBRO retorna al Dakar para la próxima edición 2026 con un nuevo T1+ de tracción total recién presentado al público, un concepto interesante con un morro similar al de los S700 y S800 que ya tenemos en el mercado (así como el recién lanzado S400, el pequeño de la familia). Al estar en T1+, se enfrentará a los pesos pesados de la categoría, Dacia/Prodrive, Toyota, Ford y X-Raid.
La marca española, que regresó hace poco a la actividad tras muchos años durmiente (enlazada ahora a nivel tecnológico con el Grupo Chery, propietaria de Omoda y Jaecoo), ya sabe lo que es competir en el Dakar. Ya estuvo en la edición 2022 de la prueba con sede en Arabia Saudí, cuando compitió con un SSV de propulsión eléctrica.
A nivel de concepto, la idea parece ser bastante similar a la filosofía que presenta el Dacia Sandrider, con un aspecto parecido al de un buggy, si bien la propia marca confirma que es un 4x4 como sus rivales T1+. La marca no ha desvelado por el momento ni la alineación de pilotos con la que contará para este proyecto ni el tipo de propulsión que utilizará en este T1+, si bien en el mercado se relaciona esencialmente con modelos híbridos de tecnología Chery.
"EBRO va un paso más allá con una apuesta ambiciosa, deportiva y a largo plazo. Esta vuelta al Dakar simboliza mucho más que una competición. Supone un compromiso con la innovación, el trabajo en equipo y la determinación. En un entorno tan exigente como el desierto saudí, EBRO pondrá al límite sus capacidades técnicas y humanas. La carrera representa el escenario ideal para proyectar los valores de una marca relanzada, joven y heredera de un legado histórico", afirma EBRO en su comunicado.
"Volver al Dakar es, para EBRO, mucho más que competir. Es una declaración de intenciones: una marca con más de 70 años de historia que reescribe su presente desde la categoría más alta del motorsport dispuesta a empezar un nuevo capítulo", añadió.