En el autmovilimso infinidad de personas contribuyen a los éxitos de un piloto, figura sobre la que se centra el foco mediático. Habituados a vivir en la sombra, Giniel de Villiers no dudó en encender la lámpara y mencionar a sus mecánicos como elementos clave de su primera victoria de etapa en el Rally Dakar 2022. El sudafricano, que comenzaba la segunda semana en la lucha por el podio, sufrió el domingo un duro revés.
La supensión de su Toyota GR DKR Hilux T1+ se resintió en la séptima especial e hizo perder a de Villiers más de una hora. El percance volvió a lastrarle ayer y en las carpas de su equipo se pasó una noche intensa, pero productiva: "Hemos realizado una especial sin problemas. Los mecánicos han trabajado muy duro. Hacía dos o tres días que la suspensión no iba bien, pero hoy el coche ha ido de maravilla y hemos podido atacar".
Quinto en la clasificación general, de Villiers piensa todavía en alcanzar el cuadro de honor, del que le separan más de 45':"Hemos sufrido un pinchazo lento de la rueda delantera izquierda a 50 km de la meta, pero ha aguantado y no nos hemos tenido que parar. Estoy muy contento por el equipo y quiero dar las gracias a los mecánicos por su trabajo esta noche. Nos quedan tres especiales y todavía puede pasar de todo".