Cristina Gutiérrez se ha convertido por derecho propio en una de las revelaciones de esta edición del Rally Dakar 2019. Sus actuaciones le han servido para que todos los focos recaigan sobre ella y sobre su flamante Mitsubishi Eclipse Cross, con el que ha conseguido sortear las trampas con las que se encuentran todos los pilotos en el rally más duro del mundo. Durante las primeras cuatro jornadas, ha rodado en los tiempos de los mejores, asentándose en el Top 25 de la clasificación, sin embargo, no hay Dakar impoluto, llegando las primeras complicaciones en la segunda parte de la durísima etapa maratón, en donde ha estado más de 2 horas y media parada por la rotura del radiador. Por suerte, después de que llegara el camión de asistencia y de reparar, la piloto española pudo continuar y alcanzar el tramo de neutralización, donde la organización decidió interrumpir la especial.
La piloto oficial de Mitsubishi España sufrió el incidente en una zona donde había mucho fesh-fesh, aproximadamente una hora después de empezar la especial: “Ha sido una locura, íbamos a un ritmo muy bueno, sintiéndonos cómodos con el coche, y yendo detrás del polvo nos hemos encontrado con una pequeña zanja y el coche ha caído bastante mal. Al producirse el golpe, las aspas de los electro-ventiladores se han metido dentro del radiador delantero, se han partido y lo han roto”, lamentaba Cristina tras una jornada que ha cualificado de “día para olvidar”.
La avería fue incluso más grave de lo que parecía en un principio. A pesar de que Pablo Huete, su copiloto, pudo arreglar el radiador delantero, no pudieron reemprender la marcha al darse cuenta que también se había roto el trasero. “Hemos tenido que esperar a la asistencia a que nos trajera uno y cambiarlo, y entre una cosa y otra hemos perdido muchísimo tiempo”, sentenciaba.
Por si fuera poco, al reanudar la carrera, la odisea continuó: se les hizo de noche en las dunas y Cristina empezó a notar que se estaba quedando sin embrague. Fue entonces cuando recibió la mejor de las noticias: “Al llegar a la neutralización, cuando nos pensábamos que nos quedaban todavía 200 kilómetros por delante, se me ha aparecido Dios en forma de comisario y nos ha dicho que la especial terminaba ahí”.
Al hacer balance de la jornada, y echando la vista atrás al resto de etapas en esta primera semana de Dakar, la piloto trata de pensar en positivo: “Hoy nos ha pasado todo lo que no nos había pasado días atrás. Por fortuna nos ha ocurrido en el mejor día, ya que durante la jornada de descanso los mecánicos tendrán tiempo para dejar el coche en perfecto estado y nosotros podremos descansar un poco”.
Tras esta dura jornada, Cristina Gutiérrez y Pablo Huete se tomarán un respiro de 24 horas para recobrar fuerzas y hacer frente a la segunda semana de rally: “Lo que me da más rabia es que nos hemos quedado casi sin opciones de hacer Top 25, pero no vamos a dejar de luchar. Este Dakar es muy imprevisible y vamos a llevar el Eclipse Cross a lo más alto”.
En estas duras circunstancias, Cristina no se ha olvidado de los patrocinadores, quienes han depositado en ella mucha ilusión: “Sobre todo en estos momentos quiero agradecer el apoyo de todos ellos, porque están ahí, a nuestro lado, en una situación difícil para mí”, subraya