Cuando afrontas un rallye lo haces con una estrategia preestablecida: atacar desde el primer metro, salir a la defensiva, a verlas venir, a conservar la mecánica, etc. Todos estos planteamientos se pueden ir al traste a las primeras de cambio y a partir de ese momento hay que buscar nuevos objetivos. Esto es lo que le ha pasado a Jan Solans en los rallyes que ha disputado esta temporada en el WRC 3. Un pinchazo, un problema mecánico, una salida y todo cambia, a partir de ahí empieza una nueva carrera: cada tramo una oportunidad de oro para demostrar tu valía ante el crono a sabiendas de que el resultado final no será fiel reflejo de tu velocidad.
En la vida de un piloto de rallyes hay momentos clave en su desarrollo. Uno de los más importantes y de mayor dificultad suele ser cuando saltas de un coche de dos ruedas motrices a un tracción total. En estas se encuentra el vigente campeón del mundo junior.
El nuevo Atleta Red Bull inició su temporada hace unas semanas en el Rallye de Estonia, para después seguir compitiendo en Turquía y Cerdeña encuadrado en la categoría del WRC 3 con su Ford Fiesta Rally2. Sin grandes resultados finales, en su mayoría por la caprichosa mecánica y los pinchazos, el ritmo y velocidad acreditados por el catalán en los tramos libres de problemas ha sido más que interesante.
Destellos ilusionantes
Si dejamos a un lado su estreno en Estonia, un rallye completamente nuevo para él, súper rápido y con muchos pilotos locales inscritos, la velocidad del piloto de Ford España en Turquía y Cerdeña arroja luz esperanzadora de cara a 2021.
En la cita otomana, el rallye más exigente mecánicamente del Mundial de Rallyes, los pinchazos le dejaron sin opciones a pelear por un podio -era tercero de la general cuando sufrió el primer revés con los neumáticos- que por ritmo estaba al alcance de su mano. El dato clarificador es el siguiente: Jan logró cinco Top 5 en los tramos turcos, cosechando, además, su primer scratch en la categoría del WRC 3.
Si en Turquía, pese a los contratiempos mecánicos y pinchazos, las sensaciones fueron buenas, en Cerdeña se volvieron a repetir, aunque fueron algo más breves. La isla italiana es talismán para el ‘Pinsà’, allí logró su primer triunfo en el Junior WRC en 2019 y llegaba a ella con la convicción de luchar contra los mejores de su nueva categoría.
El primer crono fue prometedor, tercero de su clase, pero a partir de ahí se empezaron a torcer las cosas. Primero fue un problema con la suspensión que le hizo abandonar en el TC-4, mientras que el sábado decía adiós definitivamente a la prueba sarda tras volcar en la décima especial.
“La lástima es que no pudimos completar el rallye y demostrar todo nuestro ritmo. Nos quedamos con las ganas de lograr un buen resultado absoluto, esa es nuestra meta ahora después de dejar claro que podemos pelear con los mejores de la categoría”, ha comentado Jan Solans a RevistaScratch.
Tramo a tramo
A los cinco Top 5 de Turquía se le sumaron una segunda plaza y una tercera en Cerdeña ante la flor y nata de la categoría de plata del Mundial de Rallyes. Cuando todo está en su sitio, el pequeño del clan Solans no defrauda con sus cronos ante unos rivales mucho más experimentados.
La temporada 2020, con todo lo que ha variado debido a la crisis de la Covid-19, tiene que ser de aprendizaje para Jan, que cada vez está más cómodo con su Fiesta Rally2 y regularmente empieza a ser de los pilotos a tener en cuenta en el grupo de cabeza en WRC 3.
Tras sus primeros pasos, sólidos y rápidos, ahora toca centrarse en el final de campaña y, sobre todo, en 2021. En los rallyes no hay atajos, si queremos tener el mejor relevo posible para Dani Sordo en la categoría reina -y en estos momentos no hay duda de que Jan Solans es la mejor opción-, hay que brindarle el apoyo necesario en forma de proyecto a dos o tres años vista. Sólo así el de Matadepera podrá competir de tú a tú con los Solberg, Fourmaux y compañía que se postulan como candidatos a llegar a la élite de la especialidad en las próximas temporadas.
