Borja Rozada, un 'jornalero' de los rallyes en la élite del WRC

Más de 20 años para llegar a la categoría reina del Mundial. La temporada 2021 será la más importante de la vida de Borja Rozada, que se estrenará como copiloto oficial de Hyundai Motorsport junto a Dani Sordo.

Muchos rallyes, muchos pilotos y experiencias de todo tipo que han convertido al madrileño en uno de los navegantes más reputados de nuestro país y que en las dos últimas campañas ha conseguido rubricar, con Pepe López, el doblete en el CERA y S-CER de la mano del equipo Citroën.

Pura pasión
El amor de Borja Rozada por la especialidad de los tramos viene de lejos y su experiencia así lo acredita. Tras dos décadas de batirse el cobre en todo tipo de pruebas a lo largo y ancho de España y del mundo, en 2020 podrá competir en la élite del WRC, un paso que llega en el mejor momento de su carrera.

Si la experiencia es un grado cuando se es piloto, en el asiento de la derecha es todavía más importante. No es de extrañar que, ante la tesitura de buscar un nuevo compañero de aventuras tras la partida de Carlos del Barrio, Dani Sordo se haya decidido por el capitalino.

Serio, trabajador, profesional, son algunas de sus innumerables cualidades con el bloc de notas en las manos. El de Puente San Miguel encontrará en Rozada a un auténtico apasionado de las carreras, un amante empedernido de los rallyes, en definitiva, uno de los nuestros.



A nivel deportivo sus éxitos y logros son conocidos, a los títulos cosechados recientemente con Pepe López -al que también acompañó en su paso por el ERC con Peugeot Sport-, se le suma el del PWRC logrado en 2012 con el mexicano Benito Guerra.

El listado de pilotos que ha copilotado el madrileño de 39 años es extenso: desde Manuel Muniente -a inicios de siglo-, hasta Enrique García Ojeda, pasando por ilustres como Manuel Rueda, Alberto Monarri -al que le une una gran amistad- o Albert Llovera -en su periplo por el Mundial-.

Calidad humana
Si algo me ha transmitido el bueno de Borja Rozada desde que lo conozco, coincidiendo en las pruebas del WRC y del Nacional, ha sido su calidad humana. Es un tipo normal, con sus cosas -como todos- y con las ideas claras. Una persona con la que pasar largos ratos hablando, cómo no, sobre rallyes, pero que también te da ‘bola’ para sacar otros temas más mundanos de la vida cotidiana.

Un madrileño puro, amante de los calçots -queda pendiente una visita mi tierra-, un copiloto universal, que, tras mucho labrar la tierra con brío y pasión, por fin, en el ansiado 2021 que está a punto de echar a rodar, tendrá la mayor oportunidad de su vida. Sin duda, trabajada y merecida, Sordo ha elegido bien.