"El futuro es una actitud". Con ese lema se presenta Audi en su primera participación en el Rally Dakar, y la tecnología escogida para este desembarco en la modalidad de raids cumple con él al pie de la letra. La marca de Ingolstad siempre se ha diferenciado de sus rivales en la innovación, como cuando desvelaron a principios de los años 80 el Audi Quattro, vehículo tracción total con el que cambiaron la historia del Mundial de Rallyes.
Luego apostaron por los circuitos, acumulando triunfos en el Mundial de Resistencia y campeonando en la 24 Horas de Le Mans con el Audi R18 según desplegaron su potencial en el trazado francés. Posteriormente completarían el círculo del éxito en Fórmula E con un monoplaza eléctrico que certificaron el título de equipos en la temporada 2017-18. Sin olvidar su paso por el DTM, ahora se plantean el reto de conquistar los desiertos.
En esa compleja misión para una firma debutante en el Dakar como la de los cuatro aros, los ingenieros han diseñado el Audi RS Q e-tron, otro coche vanguardista que aspira a definir el futuro de la prueba más exigente del planeta combinando los conocimientos extraídos con cada uno de los modelos mencionados. Le impulsarán dos motores eléctricos más uno convencional que surtirá de energía a la batería central.
Los pilotos encargados de demostrar las virtudes del Audi RS Q e-tron son Stéphane Peterhansel, Carlos Sainz y Mattias Ekström, tres campeones cautivados por un proyecto que busca coronar la cima de los raids. Lo más probable es que se encuentren con problemas de juventud, ya que no han tomado la partida en ninguna cita de preparación. La incógnita a despejar reside en la magnitud de estos. ¿Podrán plantear batalla a Toyota?