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Alexey Lukyanuk se ha tomado unos días antes de explicar su versión de lo ocurrido en el Rallye di Roma Capitale, donde perdió el podio después de que fuera penalizado con un minuto por los organizadores de la prueba. Esta penalización se impuso al estimarse por parte de la FIA que las medidas de la distancia entre ejes era superior a la estipulada en la ficha de homologación del Citroën C3 R5, superando a priori el margen de error del 1% que situaría ese máximo en 2568,4 milímetros.
Al final del primer bucle se efectuaron estas mediciones siguiendo el procedimiento de la FIA, encontrando un exceso de medidas tanto en el coche de Lukyanuk como en el de Emma Falcón – también ocurrió en el C3 R5 de Hiroki Arai (gestionado por el equipo Sainteloc al igual que el del vigente campeón europeo), pero en una segunda medición el coche del japonés contaba con una batalla de 2566 milímetros en lugar de 2570, entrando dentro del límite.
Lo extraño de la historia, como cuenta Lukyanuk, es que antes del rallye comprobaron las medidas y los resultados entraban dentro del límite con 2565 milímetros en ambos lados. Cuando el coche volvió a la asistencia tras el parque cerrado, Sainteloc volvió a medir el coche y de nuevo obtuvieron unas medidas de 2565 milímetros tanto a la izquierda como a la derecha.
“Tras las mediciones el coche estaba en parque cerrado y teníamos 8 minutos para llegar a la asistencia. En ese momento no era consciente de que algo iba mal. Cuando entramos al service, mi ingeniero y mis mecánicos midieron la batalla de inmediato en presencia del delegado técnico de la FIA, Lionel Carre. Y… ¡las cifras eran las mismas que en la fábrica antes que el rallye! La respuesta del delegado técnico de la FIA Lionel Carre fue “quizás lo ajustasteis antes del service”. Pero cualquier persona de carreras entenderá que no se puede ajustar la batalla en 5 milímetros. En ambos lados. Conduciendo un kilómetro en ciudad, en 8 minutos, (5 de ellos parado junto al control horario, que se puede comprobar por GPS)”, declaró Lukyanuk.
“Por cierto, el coche de mi compañero de equipo en Sainteloc, Hiroki Arai, también obtuvo una medida de 2570 milímetros, dos milímetros por encima pero se volvió a comprobar y la nueva medida era de 2566 milímetros. Nuestro ingeniero se encarga del C3 R5 de Arai y teníamos la misma alineación de las ruedas (distancia entre ejes, etcétera.). El equipo comprobó la distancia otra vez de vuelta en la fábrica hoy para entender cómo se podría haber producido ese error, incluso aún con las ruedas delanteras no estando del todo rectas la distancia estaba conforme…”, añadió.
“Otro aspecto en esta historia. Se nos informó de la penalización con un día de retraso (a las 11:30 en el reagrupamiento, tras el 70% del rallye). Y mientras estábamos corriendo, no teníamos tiempo de tomar una apelación internacional (por normativa es una hora después como máximo) tras la notificación de la decisión de los comisarios. ¡Y era un minuto de penalización! Había cambiado las cosas de manera dramática. De haberlo sabido antes podríamos haber salvado el tercer puesto. Sí, Crugnola fue más rápido que nosotros, ¡pero empezamos a pelear contra él demasiado tarde!”, continuó el ruso a través de sus redes sociales.
Lukyanuk termina su escrito citando varios hechos que le resultan sospechosos, como el hecho de que Carre se mantiene en su posición de que el procedimiento FIA se realizó de manera correcta pese a que no estuvo en persona, el hecho de que Sainteloc no cambió ajustes ni se modificó la batalla en todo el rallye o las desviaciones en otros coches como el de Arai o el de Emma Falcón (que también recibió una penalización de 30 segundos al encontrarse un exceso de milímetros en el lado izquierdo). El piloto ruso apunta también a rumores que escucharon en la asistencia de la prueba italiana, la cual acabó con Giandomenico Basso, Simone Campedelli y Andrea Crugnola subiéndose al podio.