Después de la quiebra de P1 Fuels a principios de este año 2025, Total Energies asumió el suministro de combustible sintético, lo cual se hizo efectivo a partir del Rally Islas Canarias a finales del pasado mes de abril. Poco después, el WRC oficializaba que Total será el suministrador oficial durante los proximos años.
Este combustible sostenible, para el sector, es algo muy importante. De entrada, es la vía por la cual los coches de combustión podrían seguir vivos en la Unión Europea más allá de 2035 - y posiblemente más allá de 2040. Una decisión que tomará forma a nivel oficial el próximo miércoles 10 de diciembre después de un cambio de postura de la Comisión a raíz de una carta del canciller Friedrich Merz.
Una tecnología que, a día de hoy, su mayor viabilidad no parece que vaya a estar en coches convencionales - es decir, en turismos particulares - sino más bien orientado a transportes marítimos o aéreos, según fuentes de desarrolladores de combustibles expresan a Revista Scratch. La cuestión es que esta tecnología, pese a llevar años en desarrollo, no parece abaratarse, al menos no para el WRC.

Recordemos que este tipo de combustible también se adoptó hace varios años en campeonatos nacionales, como el Supercampeonato de España de Rallies. Ya entonces hablábamos de combustibles que se acercaban a los 7 euros el litro (en torno a 6,80 €/l). Un coste importante para los equipos teniendo en cuenta que, en función del tipo de tramo y sobre todo en rallies de asfalto, es fácil que un Rally2 exceda los 100 l/100 km.
Pues bien, los precios siguen al alza. Ya durante este 2025, los equipos veían como tenían que desembolsar cerca de 8,50 €/l para pruebas del WRC. Dado que hablamos de rallies donde corren durante tres días y compiten durante 300 km cronometrados (aparte de km de enlace, importantes también para calcular la gasolina que se lleva en el tanque en cada bucle), es sin duda un montante importante para las cuentas de los equipos.
De cara a 2026, varios equipos han podido saber que el precio del combustible rondará los 10 €/l, según las primeras informaciones recibidas. Un precio que sube para un producto que se sigue puliendo, tanto para hacer que no haya pérdida de potencia con respecto a los combustibles de origen fósil como para que no sea tan agresivo con diferentes componentes, partiendo por la propia bomba de gasolina.