Álex Haro, mucho más que un copiloto
El catalán reposa tras un Dakar en el que realizó una heroica actuación terminando segundo junto a Nani Roma
El copiloto español Álex Haro es uno de los profesionales de mayor calibre que tenemos en la actualidad en nuestro país, habiendo demostrado dotes de nivel mundial en diferentes disciplinas, tanto en rallyes como en raids. No en vano, fue campeón mundial de rallyes en la categoría SWRC en 2010, cuando lo consiguió a la derecha de Xevi Pons con el Nupel Rally Team a los mandos de un Ford Fiesta S2000.
En estos años ha conseguido adaptarse a los raids del más alto nivel con total eficacia, colocándose en la élite pese a la dificultad existente en las etapas de navegación y los peligros que uno puede encontrarse en una forma de conducir (y cantar notas) diferente a la de los tramos. Pero además ha tenido que realizar labores no habituales para un copiloto, las cuales demuestran de que pasta está hecho el oriundo de Odena.
Sin ir más lejos, cuando navegaba con Albert Llovera (en su primer Dakar en 2015 después de que hubieran corrido rallyes juntos como equipo oficial de Abarth), en alguna ocasión tuvo que tomar las riendas debido a que el andorrano sufría de intensos dolores. Tras el volante ha conseguido acabar etapas e incluso aquel Dakar con el Buggy MD Rally con el dorsal 367.
Tras esa edición, Haro formó equipo con Nani Roma, quien ya había sido ganador de la mítica prueba en 2014 con el equipo X-Raid. Aunque no han logrado subir a lo más alto del podio del Dakar tanto con el equipo de Sven Quandt como con Toyota, siempre se han mantenido como candidatos a la victoria frente a rivales de primer nivel como Nasser Al-Attiyah, Stéphane Peterhansel, Carlos Sainz o Sébastien Loeb.
En el Dakar 2018 la dupla no tuvo la mejor de las fortunas, con aquel vuelco que terminó con sus opciones a continuar debido a las lesiones de la espalda de Roma. Tras ese mismo accidente fue Haro el que se puso a los mandos del Mini JCW Rally 4x4 hasta llegar al bivouac de final de etapa, aunque por desgracia no pudieron continuar esa edición del evento sudamericano.
En este 2019 en tierras peruanas tampoco lo han tenido fácil, con un roadbook que ha causado polémica y unas dunas que castigaban mucho a pilotos y máquinas. Tanto, que Haro llegó a sufrir hasta tres costillas fracturadas, pero aferró de coraje y decidió continuar hasta el final. Este gesto hizo que no solo terminasen acabar el Dakar, sino que además lo consiguieron hacer en segunda posición absoluta, su mejor resultado juntos.
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